Al menos 28 personas murieron y 100 resultaron heridas debido a un atentado perpetrado contra un centro cultural en Suruc, en el sureste de Turquía, donde un grupo de activistas organizaba una expedición a Siria.
Alrededor de 300 miembros de la Federación de Asociaciones de Juventudes Socialistas se preparaban para cruzar la frontera y brindar su ayuda en la localidad siria de Ain al-Arab, cuando fueron sorprendidos por una explosión.
Según la versión digital del diario Hurriyet, se cree que la autora del ataque fue una joven de 18 años perteneciente al Estado Islámico (EI).
Nos preocupa que el número de fallecidos aumente. Los responsables serán hallados y llevados a juicio, señaló el Ministerio del Interior en un comunicado.
Turquía condena este ataque atroz y ofrece sus condolencias a los damnificados, añadió.
Por su parte, el viceprimer ministro Yalcın Akdogan consideró lo sucedido como un atentado contra la paz e integridad de su nación y aseguró que el gobierno frustrará otras posibles acciones de ese tipo.
El líder del Partido Republicano del Pueblo, Kemal Kilicdaroglu, afirmó que “el dolor de perder a esos jóvenes es indescriptible. Condeno el terror y a los que lo apoyan”.
Según medios de prensa, los activistas querían colaborar en hospitales y centros infantiles y construir una biblioteca en Ain al-Arab (también conocido como Kobane), poblado del norte sirio atacado recientemente por el EI.
