Guantánamo.- Durante período lluvioso habitualmente se corresponde con la temporada ciclónica, desde el 30 de julio al 30 de noviembre, suficientes precipitaciones o escurrimientos para generar la recuperación requerida en los embalses guantanameros.
De ahí que la prioridad, más que nunca, sea el uso racional del preciado líquido, una situación que afecta los ciclos de abasto a la población – los alarga en el tiempo – y que pone en situación mucho más precaria a las comunidades que son servidas mediante carros cisternas o pipas, una actividad que requiere combustible, otro elemento actualmente deficitario.
Denunciar la existencia de roturas o salideros es un deber de la población y accionar en pos de su solución compete a las instituciones e instancias pertinentes en función de que el aprovechamiento del agua embalsada sea suficiente para enfrentar el conocido como período seco, que se extiende hasta abril o mayo, históricamente.
Colectivo de autores, editores y gestores de contenido del multimedio Solvisión.