A propósito del Día del Idioma…

Cuba: Día del Idioma
Guantánamo.-  Cada 23 de abril se celebra el Día Mundial del Idioma Español en honor al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió en igual fecha, pero del año 1616 y cuya novela “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” está considerada la obra cumbre de la lengua española.

El nuestro es el segundo más hablado en el mundo (por unos 400 millones de personas), antecedido por el chino y seguido por el inglés.

Aunque vivimos en un mismo país, la manera de hablar suele distinguir a los habitantes de distintas regiones de la isla y no solo por la pronunciación o entonación, sino por el vocabulario que tiene como ingredientes los aportes populares, a veces ingeniosos, otras chabacanos, siempre aderezados por el sabor criollo.

Por ejemplo, el mentiroso “mete línea”, el inteligente es un filtro” y el que está a la última “está escapao”, el que habla mucho es un “muelero”, tener hambre es estar “fachao” … Mi vecina, muy dicharachera y ocurrente, cuando quiere significar que “así mismo es”, dice: “¡Angela María!” y otro del barrio, para referirse al número sesenta exclama: “Se sentó la niña.”

Del mismo modo en Cuba “tiramos un cabo”, cuando se ayuda a alguien, como mismo “andar encima de la bola”, es estar actualizados y el que se irrita “coge un berrinche”.

Algunas son ocurrentes, otras rayan con la vulgaridad, pero lo cierto es que las frases, los cubanismos van y vienen bajo la influencia de la cotidianeidad, las circunstancias y otros factores que inciden en su popularización. Sin embargo, del mismo modo y sin apartar la diversidad lingüística, es siempre beneficiosa toda iniciativa para promover la difusión y uso correcto del rico español.

Como dijera el intelectual cubano Miguel Barnet: “La lengua no es solo gramática, es también identidad, cultura; es conducta.” De ahí que cobra una significación vital el valor de las palabras y su empleo adecuado en situaciones de comunicación.

Entonces comenzando por la casa y con el soporte esencial de la escuela, se debe trabajar para incentivar hábitos, que como el de la lectura, influyen en la adquisición de las normas elementales para el correcto uso de nuestro idioma y despojarlo de ropajes que atentan contra su belleza, lo alejan de nuestra picaresca cubanía y mucho dice en contra de quienes los usan.

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