
Justin Bamberg, abogado de la familia Scott, exigió que se hicieran públicos las granaciones en aras de ser transparentes con el incidente que conmocionó a la mayor ciudad de Carolina del Norte, sumida en estado de emergencia y con toque de queda nocturno.
Kerr Putney, jefe de la Policía en Charlotte-Mecklenburg, descartó ayer la divulgación de los vídeos, y mantuvo la versión de que en la escena fue encontrada un arma, no un libro, algo que tampoco queda claro en el audiovisual.
Aún así, la demanda de divulgación pretende mostrar que Scott nunca representó un peligro para las fuerzas del orden, pues siempre respondió con calma a las indicaciones de la policía, que en realidad buscaba a otra persona.
A pesar de los reclamos de justicia, Bamberg precisó que la familia de Scott se opone a los disturbios y los ataques personales, aunque apoya el derecho ciudadano de expresar su furia y su frustración.