Un cerco de más de medio siglo

Un bloqueo de más de medio sigloGuantánamo.- La empresa estadounidense Halliburton, ha sido penalizada por el gobierno de su país por hacer negocios con Cuba, acción que ratifica que el bloqueo económico, comercial y financiero al que es sometido la isla por Washington continúa aplicándose con rigor.

Esta es una corporación dedicada a la prestación de servicios en yacimientos petroleros, el monto de la penalización asciende a 304 mil 706 dólares y según el informe de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la medida es consecuencia de que entre febrero y abril de 2011 Halliburton y sus subsidiarias en Islas Caimán mantuvieron relaciones comerciales con la compañía cubana Cuba Petróleo (Cupet).

Solo tres días antes, la compañía francesa CGG Services S.A. también fue penalizada con 614 mil 250 dólares, es además contraria al nuevo enfoque de la política de la nación norteña hacia la pequeña isla caribeña, acciones que ratifican el recrudecimiento y el carácter extraterritorial de esa hostil política que el 7 de febrero de 1962 cumplió 54 años.

Treinta y cuatros más tarde, a este engendro jurídico le siguió otro peor, la Ley Helms Burton, firmada por William Clinton el 1 de marzo de 1996, y que le dio al bloqueo ese carácter extraterritorial, en violación a los tratados internacionales y las normas de la Organización Mundial del Comercio y otras entidades multilaterales.

Pero antes, la Ley Torricelli, el 23 de octubre de 1992 fue promulgada con el único propósito de asfixiar a Cuba.

Si bien es cierto que tras el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, por los presidentes de los Estados Unidos, Barack Obama y el de Cuba, Raúl Castro, el 17 de diciembre de 2014, se han relajado algunos puntos del cerco, esa política se mantiene prácticamente intacta.

También se explora la expansión de la cooperación ya existente en temas de interés mutuo, como la seguridad aérea y de la aviación; y el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio, pero como expresara el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, Obama tiene “facultades ejecutivas amplísimas que si decidiera usarlas con determinación podría modificar muy sustancialmente la aplicación del bloqueo”.

Pero al mismo tiempo, resulta contradictorio que precisamente durante el de gobierno de Barack Obama, desde 2009, la cantidad de multas a entidades estadounidenses y de otros países asciende a 49, superior a los precedentes en estos 54 años y cuyo valor rebasa los 14 mil millones de dólares.

No s e puede hablar de normalización de las relaciones entre ambos países, mientras exista el bloqueo, como tampoco el pueblo cubano renunciará a los principios e ideales por los que ha luchado en más de medio siglo; ni a las exigencias históricas de respeto a su soberanía sin ningún tipo de injerencia en sus asuntos internos, como señalara el presidente cubano.

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