Tu salud en números ¿conoces los tuyos?

“Asesina silenciosa”, así la denominan porque rara vez causa síntomas en sus etapas ini­ciales y es elevado el número de personas que está aún sin diagnosticar. Se trata de la hi­pertensión arterial (HTA), un padecimiento que constituye el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura.

 Un tercio de las personas que padecen hi­pertensión en las Américas no lo saben, y se es­tima afecta a unos 250 millones, plantea la Organización Mundial de la Salud, mientras que en el mundo la presión arterial alta cobra más de nueve millones de vidas ca­da año.

En Cuba, las estadísticas sanitarias oficiales indican que más de un 25 % de la población mayor de 14 años es hipertensa conocida, y se aprecia que después de los 50 años casi el 50 % puede padecerla. De ahí que Granma consideró oportuno conversar con los prestigiosos doctores Norma Campbell, quien fuese presidente de la Liga Mundial de Hiper­ten­sión y es presidente del Comité asesor canadiense so­bre la hi­per­tensión; y Marc Jaffe, lí­der permanente de la clínica al norte de Cali­for­nia, Es­tados Unidos y jefe del programa de re­duc­ción de riesgo cardiovascular.

Ambos profesionales compartieron en días recientes con los especialistas cubanos asistentes al Taller de Reducción de Enferme­da­des Cardiovasculares a través de la HTA y pre­vención secundaria, el cual se celebró co­mo parte de la semana dedicada a esta enfermedad, que comenzó el pasado 17 de mayo,

Día Mundial de Lucha contra la Hiper­tensión.

“Prolongarlo a una jornada internacional, en lugar de a un único día se debe en parte a que a partir de este lunes la Asamblea Mun­dial de la Salud se reunió nuevamente, y la prevención y control de las enfermedades cró­nicas no transmisibles son parte del debate. La HTA es un tema medular, pues es la causa más importante de discapacidad en el mundo y también aquí en Cuba”, refirió el doctor Campbell.

De ahí que, dijo, es fundamental que los di­rigentes muestren liderazgo a la hora de abordar este problema crucial de la salud. “En el mundo, una de cada cinco muertes que se producen se debe a la presión arterial demasiado elevada, y en Cuba una de cada cuatro muertes está vinculada con una elevación de la HTA”.

Que los pacientes aprendan y comprendan la necesidad de mantener controlada su tensión arterial, a juicio de ambos entrevistados constituye un reto.

Para Campbell, “si bien Cu­ba tiene uno de los índices de control más elevados del planeta, y ello es motivo para celebrar, todavía dos tercios de los casos no están controlados. El sistema de atención de salud de Cuba es uno de los mejores del orbe, por lo cual nada más necesita introducir pe­queños cambios para mejorar el control de la HTA en su población; y en ese sentido es esencial el papel que juegan los medios de co­municación”.

“Las personas deben concientizar que una vez indicado el tratamiento hay que seguirlo, pues si no se consumen los fármacos no hay control, la gente muere más tempranamente, presentan discapacidades y accidentes cerebrovasculares y se convierten en una carga pa­ra sus familias, no pueden trabajar, a veces ni si­quiera pueden hablar. Los ataques al corazón y las insuficiencias cardiacas los discapacita y daña los vasos de las extremidades inferiores además de sus riñones, provocándoles incluso insuficiencia renal. El perjuicio que ocasiona la presión arterial elevada es general, no hay nada en el organismo que quede fuera”, explicó el experto.

Para el doctor Jaffe, la conformación del sistema de salud cubano es un elemento “extremadamente bueno que hace muy probable que el control de la HTA sea eficaz”. Al respecto mencionó la cobertura total de todas las personas en las comunidades. “Tienen mé­dicos por la atención primaria que son responsables del estado de salud de sus pacientes y cuentan con un apoyo visible y destacado de sus dirigentes”.

“Sabemos porqué las personas desarrollan la HTA y una gran parte de ello tiene que ver con la dieta. Alrededor de 1/3 de la HTA está vinculada con el consumo excesivo de sal en los alimentos y cerca de 1/5 de los casos de hi­pertensión están relacionados con muy bajo contenido de potasio en la dieta, lo cual se asocia con el consumo de muy pocos ve­getales y frutas”, agregó el doctor Campbell.

Otros factores desencadenantes de la HTA que citó el especialistra son el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física, que puede ocasionar una quinta parte de los casos, y el sobrepeso. Subrayó la importancia de fomentar políticas dietéticas y las comunidades saludables a partir de la actividad física, como elementos para prevenir en gran me­dida la HTA.

Sobre la exposición al tabaco y su relación con la aparición temprana de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y muchos otros padecimientos, Jaffe subrayó que es un tema muy serio que agrava a su vez el problema de la HTA. “Hacer lo que esté al alcance para que los cubanos vivan más y más saludables, requiere reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares y ello ciertamente incluye todo esfuerzo por reducir el consumo de tabaco en las comunidades”.

“El pueblo de Cuba merece un esfuerzo más para mejorar su salud, y los resultados de algunas causas de muerte, que están muy elevadas en comparación con otros países. Si miramos los resultados de la mortalidad in­fan­til en Cuba y los comparamos con los de Estados Unidos y Canadá, vemos que los in­dicadores son espectaculares aun en las condiciones económicas. Sin embargo, los resultados de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares relacionados directamente con la HTA están muy por encima de estos parámetros”, puntualizó a Granma Orlando Lan­drove, jefe del programa nacional de enfermedades no transmisibles del Minsap.

De manera que, dijo, este es un tema que debe estar como prioridad de la salud pública, que engloba no solo el trabajo del Minis­terio de Salud, sino que vincula el resto de los sectores del país. “Es un llamado que hay que hacer desde temprano al sector educacional para que los niños tengan un estilo saludable, y los jóvenes asuman actitudes proactivas al respecto. La HTA es la enfermedad más frecuente en Cuba, pero nos da la oportunidad de intervenir para evitarla, controlarla, o disminuir las complicaciones”.

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