Guantánamo (Redacción Solvisión).- La Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos humanos de las víctimas de la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños, Maria Grazia Giammarinaro, expresó al término de su visita a Cuba que fue testigo de la voluntad política del Estado cubano para combatir la trata de personas y constató las buenas prácticas y el interés de las autoridades por fortalecerlas.
Refiere Cubadebate que en rueda de prensa en La Habana, la experta resaltó: “En Cuba, las personas cuentan con un alto nivel de educación, conocen sus derechos, tienen un sistema de Salud que asiste, con profesionales altamente calificados, a todo el que tenga un padecimiento, lo cual reduce las vulnerabilidades ante este delito, del cual ningún país está inmune”.
La Relatora no solo reconoció que los servicios sociales tienen una amplia cobertura, sino que “el número de actores vinculados a ellos es sumamente alto, lo que permite intervenir cuando hay ciudadanos en riesgo, especialmente en el caso de los menores”.
Afirmó que el Plan de Acción Nacional para enfrentar ese problema satisface las normas internacionales y garantiza el trabajo coordinado del Gobierno, sus instituciones y la sociedad, en correspondencia con la Convención de Palermo sobre Crimen Organizado Transnacional y de su Protocolo sobre Trata de Personas.
Para quien la preocupación de su mandato son las mujeres y niños, las víctimas más frecuentes, ve en este país un sinfín de fortalezas que no puede esconder, por ejemplo, “los avances logrados en pos de la equidad de género y el empoderamiento de la mujer”. Además, la jurista italiana consideró como positivo que la prostitución no esté penalizada como un delito en el Código Penal.
Dentro de su amplio programa de actividades, la funcionaria de la ONU quedó impresionada con su visita al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). Hoy, en la conferencia, elogió especialmente la labor de la institución, donde sus especialistas impulsan iniciativas “interesantes y muy modernas”, recalcó.
Giammarinaro, con más de 20 años de experiencia en el ámbito jurídico, no se despide de Cuba sin dejar recomendaciones, que hará llegar próximamente a las autoridades competentes. La especialista cree pertinente extender hasta los 18 años el rango de edad para tener responsabilidad penal, así como normalizar la trata de personas como un tipo único dentro del Código cubano, deslindándola del proxenetismo, pues “también se incurre en ella cuando la persona es explotada laboralmente, mediante el uso de coerción”, precisó.
En la mañana de este viernes, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, recibió a la Relatora Especial de la ONU. Durante el encuentro, se resaltó la importancia de la visita de Giammarinaro, quien ha podido conocer la realidad cubana y el desempeño del país en la prevención y enfrentamiento a la trata de personas de primera mano.
El Ministro ratificó el compromiso con la protección a las víctimas de trata y reiteró la voluntad de colaboración internacional en el enfrentamiento a ese grave delito. En correspondencia con ello, en la tarde, la Relatora destacó en el Centro de Prensa Internacional como una buena práctica que Cuba aborda la trata de personas como parte de acuerdos de cooperación con otras naciones.
La Relatora Especial de la ONU antes de concluir su visita oficial abogó por una vigilancia constante ante este mal global, pues la Isla enfrenta nuevos retos en materia de trata de personas, tanto por sus nacionales migrantes, que no pocas veces son engañados en terceros países, como por el uso de su territorio como trampolín, sobre todo de ciudadanos africanos, para llegar a Estados Unidos, aseguró la funcionaria.
Durante esta visita, que comenzó el lunes el 10 de abril y concluye este Viernes Santo, Giammarinaro se reunió con varias autoridades, representantes de organizaciones y miembros de la sociedad civil, de la capital y de otras provincias del país; y evaluó la habilidad del Estado cubano para combatir uno de los delitos más vergonzosos y antiguos del mundo.
