Reforma laboral en Brasil legalizará ilegalidades, advierte experto

Brasil: director técnico del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socio-Económicos (Dieese), Clemente Ganz Lúcio.La reforma laboral aprobada por la Cámara de Diputados legalizará una serie de prácticas hasta hoy consideradas ilegales en Brasil, advirtió el director técnico del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socio-Económicos (Dieese), Clemente Ganz Lúcio.

Este es un proyecto -el de la modificación de la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT)- que protege a las empresas y abandona al trabajador, sostuvo el experto y remarcó que su aplicación permitirá transformar una condición precaria de trabajo en algo legalizado.

Además de eso, alertó Ganz Lúcio en declaraciones amplificadas por el diario digital Brasil de Fato, esta reforma reduce o impide la protección sindical y deja al asalariado expuesto a la coerción de las empresas en la definición de sus derechos.

El texto base de la propuesta de flexibilización de la CLT impulsada por el presidente Michel Temer fue admitido anoche por 296 votos a favor y 177 en contra, y en las primeras horas de la madrugada de hoy en su totalidad, después de ser rechazadas 10 propuestas de modificación presentadas por legisladores de la oposición.

La reforma laboral aprobada mantiene la prevalencia de lo negociado sobre lo legislado; abre la posibilidad de extender la jornada laboral hasta 12 horas diarias, 48 horas por semana y 220 al mes, lo cual contraría la Constitución de la República, que admite un máximo de ocho horas al día y 44 semanales.

Prevé también la contratación de forma discontinua (el llamado ‘trabajo intermitente’) por jornadas u horas; un tipo de convenio según el cual el trabajador queda todo el tiempo a disposición del patrón, pero solo es retribuido cuando presta algún servicio.

Contempla asimismo la posibilidad de reducir los salarios mediante acuerdo entre empleador y trabajador, lo cual en la práctica estimula a las empresas a rechazar asalariados con jornadas integrales (de 44 horas) y contratar más personas con horarios parciales.

Por otra parte, el proyecto de ley -que ahora pasará a discusión del Senado Federal- aumenta el plazo para los contratos de trabajo temporales de los actuales 90 a 120 días, renovables hasta por 120 más.

Este tipo de contratación no contempla el pago de multa por dimisión sin justa causa y abre, en cambio, la posibilidad para que las empresas puedan sustituir a los trabajadores cada ocho meses, aumentando la rotación en los puestos laborales sin incrementar el empleo.

La modificación de la CLT es considerada por las centrales obreras como un ataque demoledor contra los derechos laborales y los sindicatos, pues suprime también la obligatoriedad del pago de la cuota sindical, con lo cual se pretende ahogar financieramente a esas organizaciones.

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