¿Qué sabe Trump sobre el 26 de julio en Cuba…?

¿Qué sabe Trump sobre el 26 de julio en Cuba…?Guantánamo. ¿A quién ha estado escuchando Trump para definir el futuro de las relaciones con Cuba? La pregunta movió el intelecto de interesados en el proceso iniciado por el Presidente Barack Obama,  al cual, abruptamente, dio marcha atrás el mandatario norteamericano Donald Trump.

Unos pocos legisladores de origen cubano que han utilizado artimañas políticas y chantajes para detener la política hacia Cuba y llevarla en una dirección contraria a la de la mayoría de los norteamericanos, le aconsejaron revertir lo ganado por los dos gobiernos ¿a favor de quién…?

Encuestas recientes revelan que el 75 por ciento de los estadounidenses apoya el acercamiento entre Cuba y su país y que seis de cada diez republicanos, el partido del presidente Donald Trump, apoya los nexos normales entre ambos países.

Los ciudadanos norteamericanos tienen prohibido hacer turismo en Cuba, pero la ampliación de las categorías aplicadas por la administración de Obama permitió que aumentaran los viajes, de manera que más de 284 mil estadounidenses visitaron Cuba durante 2016.

La tendencia al crecimiento se mantuvo en 2017 y ya para el mes de mayo pasado habían arribado a nuestro país tantos viajeros norteamericanos como en el año anterior.

Pero los estadounidenses que vienen aquí deben obtener una licencia para viajar, cuando no es necesario para otros países, incluso aquellos que tienen sociedades distintas a Estados Unidos y aunque “allá” se manejan iniciativas legales para remover las restricciones, todavía falta camino por recorrer.

Las medidas de Trump limitan las posibilidades de negocios de los norteamericanos con empresas públicas cubanas, donde labora la mayor parte de la fuerza de trabajo del país y que produce bienes y servicios de mayor valor agregado que el sector cuentapropista.

A pesar de ellas, los consejos del senador por la Florida Marco Rubio y los aportes del representante por Miami, Mario Díaz-Balart, todavía no han enseñado a Trump para frenar la obra que iniciara en 1868 y triunfara en enero de 1959, cuando Cuba se libró no solo del garrote del imperialismo yanqui, sino de la más reacia crápula de usurpadores, traidores, vendepatria… Dicho sea de paso, Rubio no ha visitado jamás este país.

Trump junto  a los mafiosos de Miami en ese “lugar simbólico” de la ultraderecha terrorista, el teatro Manuel Artime, nombre del traidor de las fuerzas rebeldes que pelearon en la Sierra Maestra y líder civil de la brigada mercenaria 2506 que invadió Playa Girón y después, bajo órdenes de la CIA, participó en varios actos de sabotajes en la llamada Operación Mangosta, se regodearon.

El Presidente se deleita por el apoyo de la comunidad cubana en su importante victoria en el estado de la Florida y el respaldo del grupo de mercenarios que lo recibió en Miami cuando era candidato a las elecciones del 2016.

Pretendiendo  complacer a un grupo que ni siquiera es mayoritario dentro de la comunidad cubana en esa ciudad, se hunde más y parece haber preferido escuchar únicamente a dos legisladores con intereses particulares y oscuros en el tema Cuba. No se trata de política exterior, ni de la realidad en la mayor de las Antillas

Las medidas anunciadas y el simbolismo del lugar escogido, señalan que la Casa Blanca regresa a la Guerra Fría, etapa que ambos países acordaron dejar atrás el 17 de diciembre del 2014.

Sin embargo aquí nadie ha perdido el sueño, y si bien indigna la actitud irresponsable de Trump, mal asesorado por una pléyade de gánsteres del siglo XXI, la celebración del Día de la Rebeldía Nacional vuelve a reforzar la posición por las cuales los cubanos han sufrido agresiones de todo tipo, incluyendo el inhumano bloqueo imperialista hacia este pueblo, desde hace más de 55 años.

La heroica epopeya del 26 de julio de 1953 arrancó el motor pequeño que impulsó al grande para comenzar  el final de la gesta emancipadora iniciada por Carlos Manuel de Céspedes y otro grupo de patriotas el 10 de Octubre de 1868.

Cuando en el año del centenario del natalicio del Héroe Nacional cubano José Martí, el joven abogado Fidel Castro Ruz y otros valerosos combatientes,  asaltaron  la gloria para hacerla perpetua, en momentos en que la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista al servicio del imperialismo yanqui  hacía sucumbir al pueblo en la más terrible miseria, prometieron ser libres o mártires.

El ejemplo de estos jóvenes es y será guía para las nuevas generaciones que juran defender la obra heredada. No es solo decir “Siempre es 26”.

Esta primera celebración de la fecha sin la presencia física de Fidel Castro, el  líder histórico de la Revolución, llama a afianzar que solo existe el camino de preservar la independencia y las conquistas que otras generaciones, entre ellas la del Centenario del natalicio del Apóstol José Martí, entregaron a las actuales.

Puede Trump creer que asesinos como Artime son héroes, puede oír a Rubio y a Díaz Balart con sus consejitos, pero lo que no podrá hacer es detener la pujanza de un pueblo decidido a construir su destino pese a las presiones y agresiones de Estados Unidos.

A 64 años de los hechos del Moncada y del Carlos Manuel de Céspedes la ideología se robustece: “Somos libres o seremos mártires”.    

 

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