Parábola de un cumpleaños

Guantánamo.- Esta es la historia de un año peliagudo, uno que decidió alzarse por encima del resto para enfrentar las barreras arquitectónicas, sociales y todas las resultantes de la incredulidad humana. El primero de diciembre del 2015 se celebró el 145 aniversario del otorgamiento del título de Villa a la ciudad de Guantánamo.

Hace 18 años esta celebración y todo lo que se desarrolla a su alrededor se convierte en una fiesta popular, que contribuye a elevar la autoestima de los guantanameros y consolidar los valores identitarios de ella.

En plena euforia del onomástico 144, un espíritu creativo despertó para dar mayor preponderancia al 145. Primero, por ser un aniversario cerrado, y segundo, porque se convertiría en un momento especial para los pobladores de esta ciudad.

“Este año va a ser diferente” -exclamó uno- será labor ardua, pero como me gusta lo que hago ¡a trabajar! -refirió la arquitecta y continuó- Hay que remover a todos e insertarlos al plan. ¡Tiene que ser a lo grande!” . Así, las autoridades locales convocaron a ingenieros, diseñadores, arquitectos, historiadores, artistas… todo el que quiso inmiscuirse, porque el proyecto emanaba ambición.

Como función específica e inventivas tuvieron el diseño y orientación de las principales líneas divulgativas en cada acción que resaltara el 145 aniversario, de las que se hicieron eco los medios de comunicación del territorio. Se trataba también de que llevar esas ideas geniales al diseño gráfico, diseminándolas en cada rincón de la urbe, y promover variadas actividades culturales que resaltaran lo característico y distintivo de esta tierra.

Y comienza el trajín…

En este empeño y al cabo de algunos meses, se “armó el muñeco”, con diversidad de temas y acciones, entre estas, la reanimación de edificios con galerías urbanas, vallas en puntos estratégicos de la ciudad, carteles y señaléticas, programa de jardinería, plazas, puentes…

Además de eso se diseñó el sello 145 Aniversario, para reconocer a quienes de una manera u otra, contribuyeron a la materialización de las diferentes tareas devenidas de tan importante fecha.

Fama a la Fama

Para la confección del logotipo de la Campaña del 145 se pensó en el artista de la plástica George Pérez González, quien no dudó en proponer a la Fama, símbolo de la ciudad. Al decir de él, “representa la sencillez de Guantánamo y de sus habitantes, formando un conjunto armonioso, dinámico y  elegante, el cual transmite al resto del mundo”.

A partir de ese momento la silueta de la Fama identificó todo lo relacionado a la “avalancha” transformadora en honor a la Villa. “Los colores del logotipo se asocian fácilmente al espíritu y perspectiva de desarrollo, y define un escenario de valores emocionales concretos que debemos considerar”, agregó el artista.

Al logo se le incluyó más adelante un slogan: “145 años entre Ríos y Victorias”, una frase que resume para todos, lo que es hoy Guantánamo, una ciudad no solo de ríos sino también de avance y proyecciones futuras.

Utopía concedida

Vidrieras, parabrisas de autos, puertas de ómnibus e incluso algunas casas, se convirtieron en portadores de pegatinas elaboradas con el logotipo. Otros objetos, a modo de souveniers, como tazas, gorras, pullovers, agendas, almanaques, platos, llaveros… fueron apareciendo con la silueta de la Fama, como resultado del trabajo del diseñador Víctor Enrique Sánchez Silveira y su equipo.

A cargo del juvenil proyecto Grafomanía, estuvo la campaña de bien público en apoyo a la celebración del 145 aniversario de la ciudad, grupo que también convocó a un concurso literario.

Otras de las acciones que se desarrollaron fueron la promoción de spots y programas televisivos, menciones radiales, y diseño de postales encaminadas a promocionar la obra de escritores y artistas de la plástica, publicándose en centros gastronómicos, hoteles, agencias de viaje como fundamento al visitante o al propio avecindado sobre Guantánamo y su identidad.

Proyecto Origen: ¿Destrucción o metamorfosis?

Sin dudas lo que más marcó la vida de los guantanameros durante la etapa fue el proyecto Origen, cuyo propósito era rescatar los valores patrimoniales de la ciudad capital, y recuperar las construcciones arquitectónicas ubicadas en el centro histórico urbano, propuestas a ser declaradas Monumento Nacional.

“A través de ese proyecto se reanimaron, rehabilitaron y conservaron viviendas y otras edificaciones estatales” -refirió Zulma Ojeda, arquitecta y directora del Centro para el  Desarrollo de la ciudad.

El proyecto abarcó la casa más antigua de la ciudad, la actual Escuela de Economía, la Dirección Provincial de Educación, otrora Sugar Company de Guantánamo, el Parque 24 de Febrero, la primera Estación del Ferrocarril, y la casa natal Regino Eladio Boti, esta última, Monumento Nacional. También se incluyeron los monumentos de Playa de Duaba y Cajobabo.

Lo cierto es que de escombros y destrucción, devino una ciudad más elegante, hermosa, una urbe emergida cual Atlantis perdida, y que cuenta la historia reflejada en sus construcciones y su arquitectura.

El rojo y el negro, montado en cuatro ruedas

-¡Último! -preguntó la amiga llena de sudor y la jaba estirada con la búsqueda del diario vivir. Nadie respondió. Una vez más interrogó, pero ahora con el genio que caracteriza a todo “ser” ignorado, aun así, nadie respondió. Avizoró la guagua, la nueva, esa blanca, con las letras negras “OG” (Ómnibus Guantánamo) y líneas rojas por doquier -“bueno, como nadie dijo yo, soy la primera”. La amiga al subir, inauguró los escalones plateados, la puerta con la junta nueva, los asientos muy bien diseñados, e incluso, su cartera fue partícipe del peso que otorgó.

Y es que por esos días, una imagen identificativa en 25 ómnibus urbanos, se convirtió en otra estrategia en saludo al 145, incluyendo la reparación y construcción de diversas paradas. “Yo quería que todas fueran rojo y negro para que todo el mundo supiese e identificara a esos locales que nos albergan por breve o largo tiempo, pero bueno… lo logramos con las paradas de los hospitales general e infantil, y se ven espectaculares” -comentó Zulma.

Mi amiga, al igual que cientos de guantanameros, ya se recrean por las arterias de la ciudad, quizás por paseo o necesidad, pero lo cierto es que las “guaguas nuevas” son diferentes, distinguen a la ciudad con esos colores extraños para algunos, renovadores y modernos para otros.    

G… de Guantánamo

Al salir o entrar al municipio guantanamero, las vallas y carteles refieren el lugar en que se adentra. No obstante, como invención y señalética de la ciudad para este 145 aniversario, la letra G gigante en las seis entradas de nuestro municipio fue otra de las creaciones. Todo pasajero que irrumpe en la urbe, procura la gran G desde ómnibus, “pisicorres”, motores e incluso los grandes maratonistas saludan y sonríen en flashazos como recuerdo al viaje del Guaso.

¡Luces, cámara, acción!

El Telecentro Solvisión no solo se involucró, sino que se comprometió con la acción que se llevaría a cabo. Se incentivó la presentación de programas audiovisuales que aportaron a la divulgación de la historia y cultura de la localidad.

Surgió GTV, el canal de la ciudad, a través del cual se dio a conocer todo lo acontecido en la ciudad capital, un canal esencialmente comunitario, de una excelente factura y gestado por jóvenes realizadores para satisfacer las necesidades informativas, recreativas y educativas del público guantanamero. Entre sus temáticas estuvieron La Fama, Palacio Salcines, Leticio Salcines, compañía Danza libre, carnavales, plaza de la Revolución Mariana Grajales, Casa natal de Pedro A. Pérez, personalidades de la cultura, carnavales…

Del mundo audiovisual también salió la idea de una serie televisiva de 30 capítulos, producida por realizadores independientes de la provincia de Santiago de Cuba que, bajo el nombre De mi tierra, promovió diversas aristas de la cultura y el progreso citadino.

Entre Ríos

La Asamblea Municipal del Poder Popular junto a un grupo de profesionales empeñados en dar a conocer el quehacer del territorio en todas las esferas de la vida económica y social, crearon la revista Entre Ríos, dando continuidad al anuario de este órgano gubernamental surgido en el 2012.

“Es una publicación que plasma la cultura, historia, génesis, tradiciones, valores de nuestra ciudad, calidad de su pueblo y desarrollo económico y social. Su primera edición estuvo dedicada al Aniversario 145 de la entrega del Título de Villa a Guantánamo, el primero de diciembre de 2015” – refirió Henry Rodríguez Terrero, presidente de la Asamblea del Poder Popular en Guantánamo.

La revista Entre Ríos impactó a todo el que la tuvo en sus manos, por su calidad estética, diseño, y por los comentarios expresados.  Incluye temas como: Huellas, Familias insignes de la ciudad, Perfiles, Hitos del Guaso y Acontecer, entre otros, que de una forma u otra emanan historia, verdades y enigmas dignos de separar el tiempo para una buena lectura.

“…La vida es un Carnaval”

No todo quedó “Entre Ríos”, sino que el horizonte una vez inmenso se abrió para crear la Revista Carnaval, que de forma colosal se infiltró también en el 145. Para su creación se promovió  por la radio y la televisión a todo el que tuviera información o investigaciones sobre los carnavales desde su surgimiento en la ciudad guantanamera.

Muchos fueron los participantes de la Revista, dedicada a San Joaquín del Guaso, patrono de los carnavales guantanameros, quienes aportaron fotografías personales, escritos y experiencias que con el transcurrir de los años, habían quedado en el baúl de los recuerdos.

El periódico Venceremos, la Asociación de Comunicadores Sociales, el Grupo para el Desarrollo Integral de Ciudad, Alejandro Louit Correa y el artista George Pérez fueron instrumentos eficaces para la elaboración de “Carnaval”.

Henry Rodríguez Terrero, presidente de la Asamblea del Poder Popular en Guantánamo, una vez más destacó: “Carnaval surgió del modesto esfuerzo del Consejo de la Administración Municipal, pero especialmente queremos agradecer al pueblo guantanamero, testigos y cómplices de esta tradición que han sabido defender y mantener durante tantos años, pese a los avatares del tiempo y la desidia. A todos, gracias”.

El bum guantanamero.

En el vaivén, el calendario no se detuvo, se acercaban los primeros días de diciembre. Entonces el programa cultural era abarcador, centrándose también en la Fiesta a la Guantanamera y la primera edición del Festival Chocolate con Café, gestado por artistas del patio residentes en otras provincias del país.

La idea de convocar a nuestros músicos para cantarle a su ciudad estaba en pie, y la petición no cedió hasta que el sueño se materializó.

También se celebró la Asamblea Solemne en la Plaza 24 de febrero, marco propicio para reconocer el trabajo desplegado por instituciones y organismos del municipio, y para hacer entrega de La  Fama, el Sello Conmemorativo de la Ciudad, a personas y/o personalidades cuyo quehacer contribuyeron de forma directa o indirecta al desarrollo de esta ciudad. A estos reconocimientos se incluyó una nueva distinción: Orgullo Guantanamero.

Por esos días, Guantánamo subió de nivel, fue protagonista de una Mesa Redonda dedicada al 145 Aniversario. Las celebraciones se divulgaron en otros programas televisivos nacionales, lo que elevó la autoestima y consolidó los valores identitarios de ella, sentimiento que no podemos perder, porque tenemos nuestro orgullo de ser guantanameros.

Este 145 abrió las puertas a un nuevo amanecer…


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