El papa Francisco pidió disculpas este lunes a las víctimas de abusos sexuales si se sintieron heridas con sus palabras en Chile sobre el obispo Juan Barros. En conferencia de prensa ofrecida durante el vuelo de regreso a Roma procedente de Lima, el sumo pontífice reconoció que se equivocó al utilizar la palabra ‘prueba’ en lugar de ‘evidencia’, cuando respondió el pasado día 18 a una periodista en Iquique sobre las imputaciones contra el obispo de Osorno.
Barros es acusado por grupos de feligreses de su diócesis de encubrir los abusos sexuales cometidos por su mentor, el clérigo Fernando Karadima.
‘Sé que mucha gente abusada no puede tener las pruebas, no las tienen ni pueden tenerlas, o si las tienen se avergüenzan: el drama de los abusados es tremendo’, subrayó.
Me encontré -dijo- con una mujer abusada hace 40 años, casada con tres hijos, que no recibía la comunión porque en la mano del sacerdote veía la del abusador, la palabra ‘prueba’ no fue la mejor, diría más bien ‘evidencia’.
Francisco insistió en que ha ‘estudiado y reestudiado’ el caso de Barros, sin encontrar evidencias para condenarlo y si lo hiciera sin ellas o ‘sin certeza moral’, cometería un delito de mal juicio.
Al señalar que en la nación suramericana habló dos veces sobre los abusos sexuales, ante el gobierno y en la catedral con los sacerdotes, puntualizó que mantiene la política de tolerancia cero iniciada por Benedicto XVI y recordó que en cinco años de pontificado no firmó ninguna de las 25 solicitudes de gracia que le presentaron.
