Otro gallo se le fue a Gloria Estefan

Gloria Estefan, se le fue otro galloGuantánamo.- A Gloria Estefan recién se le fue un gallo, otro para la larga lista que tiene en su haber. No es que haya perdido un Gallus gallus domesticus o que cogió camino el “gallo” de su corral. El asunto es que en Cuba se conoce también como gallo a la desafinación súbita de una nota al cantar. Ni por asomo pongo en duda su talento como intérprete, compositora y productora.

Los gallos se le van a Gloria María Milagrosa Fajardo García, más conocida por el apellido de su cónyuge, cada vez que abre la boca para hablar de Cuba. El penúltimo fue hace unos días cuando descartó cantar en La Habana “mientras no haya libertad” para los cubanos.

Según la revista Billboard, la Estefan afirmó que “no puedo subir a un escenario…delante del Che Guevara y marcharme a casa sin haber podido decir nada”. Pretensiosa. Se vio cantando en la Plaza de la Revolución José Martí. También evocó a su papito al señalar que “para mí sería imposible traicionarle”.

Diversos medios con furor se hicieron eco del gallo ido a Gloria María Milagrosa. Así la Estefan ratificó su militancia en el bando de los máximos perdedores en la porfía con Cuba: la mafia gusano-yanqui que infecta al sur de la Florida.

Sucede cuando el presidente Obama reconoció el fracaso de la política de aislamiento y agresión seguida para hincar de rodillas al pueblo cubano. Le ganamos esta pulseada a fuerza de patriotismo, unidad, firmeza, resistencia y fidelidad a Fidel y la Revolución.

En ese contexto, Gloria Estefan se le va otro gallo. Sus palabras son la lógica mezcla de majadería, soberbia, frustración e ignorancia que padecen diversos personajes de origen cubano que en Miami piensan tener el derecho de decidir allá lo que debe suceder aquí.

El caso de ella se explica por su papito, escolta personal de la esposa del dictador Batista. Por tal motivo salió echando de La Habana en 1959. Gloria tenía poco más de un año de nacida.

José Fajardo volvió a Cuba en abril de 1961 en la brigada mercenaria derrotada en menos de 72 horas en Playa Girón, a pesar de ser Made in USA. Fue preso y cambiado por compotas. Su “ímpetu” anticomunista lo llevó a Vietnam, de donde también salió derrotado.

Gloria María Milagrosa creció con las añoranzas por la Cuba del padre, la de la Enmienda Platt, vasalla de Estados Unidos, de mucha injusticia social, corrompida hasta los tuétanos. No olvidar que Batista, el cercano jefe de José Fajardo, convirtió a La Habana en un gran casino y prostíbulo, el paraíso de la Mafia. Bajo su amparo, los tristemente célebres Lucky Luciano y Meyer Lansky administraron casinos en la capital cubana.

Cuando el pueblo cubano se rebeló, con Fidel Castro al frente, Batista desató una brutal represión. En 7 años de permanencia en el poder asesinó a 20 mil cubanos, una proporción más grande de la población cubana que la proporción de norteamericanos que murieron en las dos guerras mundiales. Pero eso no impidió la victoria rebelde el 1 de enero de 1959.

Esa es la idea de Cuba que tiene Gloria Estefan, la que le inculcó su papito, que abominó a la Revolución por razones obvias. Según ella misma afirma “para mí sería imposible traicionarle”. Por eso desde muy joven su innegable talento musical lo vinculó comercialmente a la imagen de “exiliada” y, por tal motivo, furibunda militante anticastrista, sinónimo de anticubano.

De ahí los gallos idos y vueltos a ir. Recordar que ella apoyó el secuestro del niño Elián González y viajó hasta la usurpadora base yanqui en Guantánamo a cantarles a los cubanos que intentaban llegar ilegalmente a los EE.UU. cuando la crisis de los balseros. Ella no actuó para los 14 mil haitianos recluidos en el enclave por el mismo motivo. Pero la desafinación mayor la tuvo la Estefan cuando fue cipaya de la diplomacia norteamericana e intentó convencer al mundo de “castigar” a Cuba.

Fue en 1992, en el 47º Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, en el que Cuba presentó por primera vez su exitosa moción en contra del criminal bloqueo yanqui. La Estefan, batistiana y mercenaria al fin, integró la delegación yanqui y habló a favor de mantener el bloqueo, entre otras muchas cosas, causa de la muerte de cubanos, incluidos niños, impedidos de recibir un medicamento estadounidense.

Entonces el proyecto cubano recibió la aprobación de 59 estados, 3 de opusieron, 71 se abstuvieron y 46 estuvieron ausentes. En 2015 recibió el apoyo histórico de 191 miembros de la ONU y solo el voto en contra de EE.UU e Israel. Con esos antecedentes, para nada hace falta que Gloria Estefan venga a La Habana a hacer cantos de sirena y muchos menos a hablarnos.

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