Otra vez el pueblo dirá la última palabra

Otra vez el pueblo dirá la última palabra
Guantánamo.- Los medios de comunicación  no dejan de advertir la inminente escalada belicista de Washington contra  el Gobierno legítimo de Venezuela, en busca de incentivar la división y sumisión en Latinoamérica, y lesionar la paz universal. La guerra se vuelve otra vez contra los pueblos que deciden su destino.

Es difícil evaluar de una sola vez la gravedad de los mensajes de arrogancia y desprecio que el mandatario estadounidense y otros secuaces transmiten al mundo, al pronunciar declaraciones alarmantes e injerencistas que instigan abiertamente al derrocamiento, por cualquier vía, del constitucional presidente Nicolás Maduro Moros.

Las frases de los autodenominados gendarmes mundiales se ajustan a los esquemas de cambio de régimen, que han cobrado millones de víctimas inocentes en varias partes del planeta y promovido la violencia, la conflagración, las crisis humanitarias y la inestabilidad, demostrando su fracaso.

Vuelven a escudarse en los postulados de la tristemente célebre doctrina Monroe: América es el traspatio de Estados Unidos, y llegan tan lejos como para sugerir que el presidente Nicolás Maduro debe abandonar su puesto e “instauran” a un presidente inconstitucional.

Sobre Cuba, sin autoridad moral, se entrometen en sus asuntos internos, al reclamar “cambios que sean del agrado de Estados Unidos”. ¿Qué cambios? ¿Por qué? ¿Saben los autodenominados gendarmes de la democracia cómo convencer a su propio electorado?

Hablemos del actual histórico proceso que vivimos los hijos de la patria de José Martí: el referendo constitucional. ¿Dónde se ha desarrollado un referendo de participación popular tan amplio, que permitiera reformar más del 60 por ciento del articulado del proyecto inicial de la Constitución con las opiniones del soberano? ¿En qué lugar del mundo las elecciones son tan transparentes como en Cuba?

El 24 de febrero, fecha que rememora el reinicio de la gesta independentista hace 124 años, es la escogida para que el pueblo refrende en las urnas la nueva Constitución aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Ese día en 1895, los patriotas sonaron la clarinada para luchar por la libertad, la independencia y la soberanía de los cubanos, que vieron la luz con el triunfo de la Revolución  en enero de 1959.

Y ese día, pero de 2019, habrá otro ejercicio de democracia socialista en las Mesas Electorales cubanas cuando se priorice el tratamiento a los votantes, desde la prestación del juramento y la firma del acta de toma de posesión, antes de las 7:00 AM de sus autoridades, la exposición de las urnas vacías,  hasta la instrucción a  los electores antes de marcar las boletas…Los miembros de las mesas  no se dividen para atender a más de un elector, sino que siempre permanecen juntos.

En la jornada de elección se considera una inscripción excepcional  si ese elector no reside en la demarcación del colegio donde solicita, que, por razones justificadas, se le permita ejercer su derecho al voto, y al mismo tiempo, afirma que se encuentra inscripto en la Lista de Electores de su lugar de residencia.

No se le da baja a ningún elector que aparezca repetido en la Lista el día de las elecciones; ningún extranjero, lleve el tiempo que lleve en el país, o sea miembro de las organizaciones de masas por el tiempo que sea,  puede votar.

Los menores que arriban a la edad de 16 años el mismo día de las elecciones pueden votar siempre y cuando presenten su Tarjeta de Menor. Aquellas personas limitadas que no puedan asistir al colegio recibirán la boleta por parte de miembros de mesa electoral y en sobre sellado éstos depositarán en las urnas la boleta del elector.

Si un elector regresa de misión en el exterior del país el mismo día de las elecciones puede votar aunque no aparezca en la Lista, pues se realiza su inclusión. En la jornada de elecciones se realizan partes sobre su marcha en diferentes horarios, pero el último se realizará a la 5: 00 PM, una hora antes de cerrar el colegio.

Los electores tienen derecho a formular reclamaciones en caso de que aprecien violaciones por parte de los integrantes de las Mesas. Sus preocupaciones pueden canalizarlas a través de las autoridades electorales de la propia Mesa o del nivel superior. Se han preparado Supervisores, todos del sector jurídico, para garantizar la transparencia del proceso.

Muchos participan por primera vez en un ejercicio de este tipo, pero los electores solo deben responder la pregunta en la boleta: ¿Ratifica usted la nueva constitución?, SI o NO.

El voto no es válido cuando se escriben frases o se le realizan enmiendas o tachaduras a la boleta. Las boletas inválidas se queman al finalizar el escrutinio en presencia de electores… El acta del colegio se llena en la medida que avanzan las elecciones. Al cerrar el colegio se abren las urnas en presencia del electorado… Todos los documentos se llenan con tinta…

Por último: primero  se realiza el conteo, cotejo y escrutinio de las boletas y como siempre, serán los pioneros los encargados de custodiar las urnas.  ¿No es ello pleno ejercicio de democracia participativa?

Observando cómo se desenvuelve el contexto internacional y la cada vez más agresiva política hostil del gobierno de los Estados Unidos, el mismo que mantiene por más de medio siglo el inhumano bloqueo económico, financiero y comercial contra el pueblo de Cuba, reafirmamos que los cambios que necesitamos los haremos nosotros mismos.

Lo esencial que refrenda la nueva Constitución es el culto de los cubanos a la dignidad plena del ser humano: derechos conquistados en Cuba que se reafirman.

La preservación de lo alcanzado y el logro de la prosperidad en el destino de la nación que propone la Carta Magna cubana, atemperada a las circunstancias en que se desenvuelve hoy el país, lo define el pueblo, el soberano, que confía en su proyecto social y al cual corresponde decir otra vez la última palabra.

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