Guantánamo.- Cuando se hable de los Órganos Locales del Poder Popular, el nombre del guantanamero Orlando Lara Ramírez es de obligada referencia. Desde su constitución hace cuatro décadas, fue elegido por sus vecinos, en la comunidad de Felicidad de Yateras, como su representante ante esta forma de gobierno en la base.
“Estos 40 años han significado bastante para mi.- expresa.- cuando se fundan, era casi un muchacho, trabajaba en esos momentos en la ganadería, como jefe de agrotécnica y en el mismo 1976 paso a trabajar profesionalmente en el Comité Ejecutivo, que era como se le llamaba antes.”
Sobre el impacto de ese órgano para los pobladores de su localidad, perteneciente al municipio de Yateras en Guantánamo y contemplado además en el Plan Turquino refiere:
“Antes del Poder Popular en Felicidad… solo existían 108 viviendas y en estos momentos hay 200 mil 505 y eso denota, solamente en la parte habitacional, el crecimiento de esta zona…”
El delegado es el representante de los electores, no es su dirigente, dentro de sus tareas es primordial el contacto cercano y constante con el pueblo, ofrecerle explicación a sus inquietudes, atender sus quejas, sugerencias y críticas y, a partir de ellos, su tarea más importante debe ser la de aportar iniciativas que ayuden a solucionar esas problemáticas.
Entre el reconocimiento de “su gente” y otros tipos de estímulos, Tony, como le llaman sus vecinos y amigos, tiene su propia valoración sobre la función del delegado:
“El delegado no se puede cansar…es un ente político, tiene que estar trabajando todos los días…hacer el diagnóstico de los problemas fundamentales que tiene en su circunscripción… ”
No por casualidad Orlando Lara Ramírez se mantiene, desde hace cuarenta años, como el representante de los habitantes de Felicidad de Yateras ante los Órganos Locales del Poder Popular.
