Oficiales del MININT en Cuba : Hombres y mujeres de 24 horas

Guantánamo.- Apuestan al peligro y carecen de miedo aunque corran el riesgo de quedar al descubierto. Y así, andan por el camino de la vida protegiendo a los ciudadanos, no importa si de verde o vestido como el ciudadano común. ¿Sus  armas?: La vocación, la valentía, el amor a su trabajo y el silencio, ese silencio que los hace más fuertes. Para estos hombres y mujeres oficiales del MININT, los riesgos y los sacrificios, no constituyen inconvenientes.  

Consagrado guardián de la Revolución y sus conquistas ante las acciones terroristas de los enemigos internos y externos, el Ministerio del Interior (MININT), fue fundado el 6 de junio de 1961 en pleno proceso de institucionalización del Gobierno revolucionario de Cuba y hoy arriba a su aniversario 54 con la  misión  esencial que han tenido desde su surgimiento: garantizar la tranquilidad y el orden interior de Cuba.

Las huellas de sus oficiales son imborrables. De igual manera,  las disímiles trincheras que han derribado por años en el enfrentamiento a la contrarrevolución, a las indisciplinas sociales, a  las ilegalidades, las actividades terroristas y de subversión política de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y sus aliados que anhelan ver a Cuba mirando al pasado capitalista. 

Con la tenencia de una formación completa de las modernas tecnologías de la comunicación, los órganos del MININT han protagonizado verdaderas epopeyas de heroísmo y resistencia. Estos hombres y mujeres, descuellan en su lucha contra las manifestaciones delictivas, el amparo de los bienes públicos y el medio ambiente, la defensa de las costas cubanas, en acciones contra desastres de la naturaleza.

Por ello hoy, firmes y convencidos de que la Revolución es invulnerable, los hombres y mujeres del MININT, tienen  poderosas las razones para celebrar su día. Escudo y garantía de la integridad de la Patria a estos oficiales, defensores de los más caros sueños de nuestro pueblo,  las 24 horas del día no les alcanzan porque ellas, le pertenecen al deber. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *