Rusia presentó una protesta ante Ucrania por violación de un Tratado de Amistad, incluida su obligación de evitar la firma de tratados con terceros países en detrimento de otras naciones. De acuerdo con la Cancillería, Kiev incumplió esa disposición al ratificar un memorándum para el apoyo a las operaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al introducir enmiendas a la doctrina militar.
En dicho documento, la entrada a la OTAN se considera como un objetivo estratégico del país, que se prevé establecer en la Constitución.
Además, Ucrania viola flagrantemente el artículo referido a la necesidad de garantizar la defensa de las costumbres étnicas, culturales, lingüísticas y religiosas de las minorías nacionales, denuncia la dependencia rusa.
Kiev también estaba obligada, de acuerdo con el artículo del mencionado tratado, a mantener las condiciones favorables para el desarrollo y estudio de la lengua rusa en Ucrania, como mismo lo debe hacer Moscú con el ucraniano.
Así, el vecino país aprobó leyes que establecen cuotas para el uso del ruso en la radio y la televisión, así como permiten prohibir la presentación de filmes y seriales de esta nación, las giras de artistas rusos y la entrada a Ucrania de libros editados en ruso.
Kiev también puso en funcionamiento la polémica ley sobre educación que no solo incomoda a Moscú, sino a varios países de la Unión Europea.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania entraron en crisis, tras el golpe de estado en Kiev, perpetrado por la derecha con apoyo de neofascistas, un hecho que Moscú rechazó, mientras apoyó la soberanía de Crimea y la causa de la población sublevada en el sureste ucraniano (Donbass).
Ambos estados intercambiaron medidas de sanciones en la esfera económica, mientras el gobierno ucraniano acusa a este país de participar con sus militares en el conflicto de Donbass, algo que el Kremlin niega rotundamente.
