Guantánamo.- Como indispensable alternativa para impulsar la recuperación de los perjuicios ocasionados por el huracán Matthew, nacieron en Guantánamo más de una veintena de mini industrias destinadas a la producción local de materiales de la construcción.
Esas pequeñas fábricas tienen como propósito aprovechar la materia prima disponible en cada territorio de la provincia para incrementar la producción los recursos destinados a la rehabilitación de las viviendas de los damnificados.
Primero aparecieron los bloques, pronto se sumaron otras piezas como las plaquetas y viguetas, que permiten en un corto tiempo la fabricación de una casa de cubierta dura y resistente a los embates de un huracán.
Así ocurre en la montañosa zona de Quiviján del Toa, ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad de Baracoa, donde ya producen, vinculadas a la industria local de Guantánamo y en las que trabajan pequeñas brigadas de jóvenes, quienes anteriormente estaban sin vínculo laboral.
En las montañas y otras zonas rurales también se crean talleres destinados al procesamiento de la madera, con la mira puesta, sobre todo, en la confección de elementos de pared y soportería de techos, es decir, de las tan necesarias alfardas y alfajías.
Vinculados también están productores independientes, devenidos en casi imprescindibles en estos lomeríos al confeccionar camas, mesas, muebles, tablas de palma o de otra madera, y cabos de hacha a partir de sombrillas de ollas, molinos para moler cocos y otros indispensables artículos para el hogar.
Otras mini industrias también palean las necesidades de la población con la fabricación y reparación de colchones, la confección de prendas de vestir, ropa de cama y la reparación de equipos electrodomésticos.
Además del mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores serranos de Guantánamo, ese programa posibilita incrementar empleos en sitios donde estos escasean.