Mejor… evitar

Mejor… evitarGuantánamo. Dos vendedores ambulantes conversaban usando grandes gafas oscuras: Uno decía: – “Hace 15 días que no se me quita esto…”- y el otro acentuaba: – “¿Y a mí?, yo llevo ya 18 días con esta cosa…”- Los dos estaban infectados con conjuntivitis,  pero  vendían sus productos en la calle.

Las altas temperaturas del verano y la concentración de personas en sitios públicos propician condiciones para la propagación de enfermedades.

Mientras algunos cumplimos normas de higiene personal estrictas, otros no,  y se convierten en inconscientes propagadores. Hay que ser higiénicos, pero tratar que los de alrededor también lo hagan.

En Cuba el Decreto Ley 272 de 2001 dictado para impedir la proliferación del mosquito Aedes aegypti y albopictus, transmisores del dengue, el chikungunya, el virus del Zika y la fiebre amarilla, objetivo principal de las labores de vigilancia y control epidemiológico que se realizan, y que  imposibilitarlas conlleva la aplicación de la ley vigente.

Esta norma jurídica establece además las conductas y las medidas aplicables a personas naturales y jurídicas, que incurran en contravenciones.

El artículo 18, referido específicamente a la higiene comunal, dictamina la cuantía de las multas y las medidas a aplicar a quienes afecten por cualquier medio o forma los depósitos colectivos para la recogida de desechos domiciliarios o los cambien de ubicación; a quienes arrojen en estos depósitos escombros, maderas y objetos inapropiados para tal servicio urbano.

Los artículos R, S y U de esta sección del decreto establecen multas de hasta 600 pesos para quien dificulte el cumplimiento de las medidas sanitarias dictadas por la autoridad competente en la erradicación de vectores y vinculados con enfermedades transmisibles.

El desconocimiento de la ley no nos exonera de su cumplimiento,  pero solo con más conciencia evitamos se produzca una situación epidemiológica más difícil.

Las autoridades sanitarias están en el deber de cumplir con su trabajo y no dejar margen a la desidia o la falta de sentido común cuando está en juego la salud del pueblo.

Mejor actuemos  todos conscientemente para que no nos enfermemos y así no sea necesario aplicar la Ley a los infractores.

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