La psicología no debe ser un arma contra la humanidad

Monisha RíosGuantánamo.- La psicología como ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento de los seres humanos, no debe ser nunca empleada como un arma que contribuya al exterminio de la población.

Luchar contra estas malas prácticas mueven hoy la vida Monisha Ríos, joven descendiente de la diáspora puertorriqueña en los Estados Unidos, quien visitó a Guantánamo, como parte de la delegación de pacifistas participantes en el pasado VI Seminario de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Eextranjeras.

Psicóloga de profesión y exsoldado del ejército de ese país, confiesa que “al principio no comprendía no comprendía lo que había hecho al alistarme para ser usada como un arma humana por mi propio gobierno imperialista, empecinado en la dominación global a cualquier costo. No conocía la historia de mi pueblo o la crueldad con que las clases dominantes de los EUA explotan y amenazan a todos. De manera similar no sabía que al elegir a la psicología como profesión, serviría a ese mismo opresor”.

Durante su estancia en este oriental territorio, Ríos reflexionó sobre el papel de la American Psychological Associaton (APA), surgida en 1892, y sus vínculos con el complejo militar industrial norteamericano.

“Ya en 1917, – dice la psicóloga y pacifista –  mientras el gobierno estadounidense se preparaba para intervenir en la primera guerra mundial, la asociación estadounidense de psicología, alentó a sus miembros a unirse al ejército y a emplear está relativamente joven rama de la ciencia en la solución de problemas militares”.

Dentro de estos largos años son muchos los ejemplos que pueden nombrarse. Es conocido como en el 2011 la APA dedicó un número especial de su revista insignia –American Psychologist– al programa de entrenamiento físico integral para soldados -(CSF)- del Ejército de los EE.UU. Basado en un marco de “psicología positiva”, que “persigue” mejorar la capacidad de los soldados para manejar la adversidad, prevenir la depresión y la ansiedad, prevenir el trastorno de estrés postraumático y mejorar el bienestar general y el “rendimiento”.

Enfática es Monisha Ríos al afirmar: “lo que un día comenzó con exámenes a reclutas ha evolucionado en estos 102 años, a una prominente institución dentro del complejo militar industrial. Documentos históricos de la psicología militar, y los psicólogos hacen crónicas de la naturaleza mutuamente beneficiosa de esta relación”.

“El imperio estadounidense obtiene una fuerza militar exponecialmente más letal, y la industria psicológica se beneficia con millones de dólares. Y como resultado más tierras son robadas, más aguas son envenenadas, más pueblos son subyugados, más bases militares son construidas y más niños mueren”.

“Al venir y tomar parte de nuestra lucha compartida contra el neocolonialismo, el imperialismo, y la destrucción de la madre tierra mediante bases expansionistas y la guerra, les pido considerar cómo trabajar unidos para hacer que la APA tome conciencia, y desmantelar la industria militar psicológica, un pilar del imperio. 

 (Intervención de la Psicóloga y exsoldado Monisha Ríos en el VI Seminario internacional por la Paz y la abolición de las bases militares extranjeras, realizado en Guantánamo).           

My name is Monisha Rios.  I am a descendant of stolen, enslaved nations in the Puerto Rican diaspora and a former soldier in the United States army. I did not understand what I had done, that I had signed up to be used as a human weapon by an imperialist government hell bent on global domination at any cost.  I did not know the history of my People or the cruelty with which the ruling class of the United States exploits and endangers us all.  Similarly, I did not know that by choosing psychology as my profession, I would be serving that same master. 

In 1917, as the U.S. government prepared to enter World War I, the American Psychological Association encouraged its members to enter the military and apply their relatively young brand of science to the solving of military problems.  What began as the testing of recruits has evolved over 102 years into a massive and prominent institutionin the military industrial complex.  Historical documents by proponents of military psychology, and military psychologists themselves chronical the mutually beneficial nature of this relationship.  The U.S. empire gets an exponentially more lethal military force and the psychological industry makes millions in profit.  More lands are stolen, more waters are poisoned, more Peoples are subjugated, more bases are built, and more children are killed as a result.

As we come together here in our shared struggle against colonialism, imperialism, and the destruction of Mother Earth through base expansion and war, I ask for us to consider how we might work together to bring accountability to the American Psychological Association and dismantle the military psychology industry, a pillar of empire.

 

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