La paradoja de Donald Trump en su reciente discurso sobre Cuba

 La paradoja de Donald Trump en su reciente discurso sobre CubaGuantánamo (Redacción Solvisión) No han variado las intenciones de volver a políticas ya fracasadas. Así lo reafirmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un discurso dirigido a quienes han hecho de las relaciones Cuba-EE.UU. una industria de la desinformación y la manipulación.

La profesora de Derecho Penal en la facultad de Derecho de la Universidad de Oriente, Caridad García Rondón, agregó que no se aparta en nada en su disertación de la línea de pensamiento de los 11 presidentes anteriores respecto a Cuba, cuyo objetivo principal ha sido destruir la Revolución.

La retórica de Trump, plagada de expresiones falaces y de complacencia para su selecto auditorio de Miami, no engaña a ningún cubano inteligente, letrado y culto, preparado por la Revolución desde los mismos inicios de 1959, pero sí sirve para estimular la reflexión sobre la ruta del cambio que impulsó su predecesor Barack Obama, consideró García Rondón.

Trump retrocede, aseguró, y niega la posibilidad de ese cambio en las relaciones cubano-norteamericanas, no admite que la política seguida por su país respecto a Cuba, durante más de 50 años no ha dado resultado, al menos el esperado por ellos, después de aplicar el más férreo e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero aún vigente.

Además de intervención armada, infiltraciones de bandas y mercenarios preparados y financiados, introducción de plagas y enfermedades para personas, plantas y animales, el derribo de un avión de Cubana en pleno vuelo con 73 personas, crimen todavía impune, amenazas, chantajes y asesinatos, tampoco han sido efectivos, añadió la Máster en Derecho Penal.

Aseveró que el mandatario estadounidense restringe medidas de acercamiento entre ambas naciones, se esfuerza en convencer a los norteamericanos de que Cuba tiene que cambiar, entre otros asuntos, primero en su sistema político, con lo cual se viola el derecho del pueblo cubano a elegir su sistema político, económico y social, sin injerencia de ninguna índole.

Seguidamente la profesora se preguntó, ¿quién asesoró a Trump? que no incluyó entre los materiales para su conocimiento, la reforma constitucional de 2002 del pueblo antillano, para que aprenda lo que expresa el artículo tres de la Constitución de la República de Cuba:

“El socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en esta Constitución, probado por años de heroica resistencia frente a las agresiones de todo tipo y la guerra económica de los gobiernos de la potencia imperialista más poderosa que ha existido y habiendo demostrado su capacidad de transformar el país y crear una sociedad enteramente nueva y justa es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo”.

Donald Trump debía saber lo que aprendimos los cubanos hace muchos años del eminente científico Albert Einstein: “Si buscas resultados diferentes no sigas haciendo lo mismo”, expresó categórica la profesora de Derecho Penal tras analizar la paradoja del discurso del actual presidente de EE.UU.

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