Guantánamo.- El colorido y el bullicio que adornan las mañanas de Guantánamo ha subido de tono y no es casual, llegó septiembre y con él un nuevo curso escolar lleno de metas y expectativas.
Alegría en los rostros de niños, adolescentes y jóvenes, un poco de reserva en los que por primera vez van a la escuela, la confianza de padres y familiares en que sus hijos están en las manos profesionales de los más 11 mil 200 docentes, encargados de contribuir con la formación integral de las nuevas generaciones de guantanameros.
Superan los 700 los centros educacionales diseminados en zonas urbanas y rurales de la más oriental de las provincias de Cuba, todos ellos cuentan con los aseguramientos humanos y materiales para desarrollar una etapa superior a la precedente y en la que además, el trabajo con la familia y la inserción en la comunidad son también prioridad.
Acaba de iniciar en Guantánamo, como en toda Cuba, el curso escolar; son más de 700 los que prosiguen estudios o comienzan a prepararse en las 24 especialidades de la Escuela de Iniciación Deportiva, EIDE; la Enseñanza Técnico Profesional acoge más de 500 mientras que la de adultos recibe a 849.
El ir y venir de estudiantes guantanameros se repetirá por los próximos nueve meses, es una realidad que se multiplica cada año desde el mismo principio del triunfo de la Revolución, cuando el gobierno revolucionario colocó a la Educación entre sus prioridades, dando acceso gratuito además a todos sin distinción de raza, sexo ni religión.
El reto consiste ahora en aprovechar todos los recursos que están a disposición del estudiantado y que incluye a maestros, profesores y el resto de los trabajadores del sector, para que comiencen a perfilar su vocación para cuando llegue el momento elegir su profesión u oficio y convertirse en hombres de bien, en el relevo que esperamos.
