Guantánamo.- Con balance positivo de cuatro victorias y dos fracasos marcha el equipo de Guantánamo al concluir las dos primeras subseries de la 55 Serie nacional de Béisbol, pero preocupa mucho un factor: La ofensiva.
Aunque se logró barrer a Holguín en los tres primeros desafíos efectuados en el Van Troi, 1×0 (en 11 entradas), 5×4 y 2×1, (siempre en el final del noveno episodio), los bates guantanameros estuvieron congelados al extremo de conectar solamente 14 indiscutibles sumando los tres pleitos.
De igual manera en las dos derrotas ante Matanzas (11×1) y (8×0), el madero de Los Indios del Guaso apenas se hizo sentir y al finalizar esos encuentros el equipo marcha último en average colectivo, con anémico promedio de 168, algo inesperado.
Sin embargo, en el último compromiso ante los Cocodrilos yumurinos los bates lograron comportarse mejor y pudieron conectar 10 inatrapables para producir ocho carreras, y obtener la victoria, (de paso salvar la honrilla) y mantenerse en la élite de la recién iniciada temporada.
Resulta que la ofensiva constituye la principal arma de la selección del Alto Oriente en las últimas temporadas del béisbol cubano, y en la actual también está la expectativa de que puedan aportar lo suficiente para producir carreras, y apoyar al discreto cuerpo de lanzadores.
Bateadores como los zurdos Julio pablo Martínez, Leonelkis Escalante y Giorbis Duvergel, así como los derechos Robert Luis Delgado y Luis Ángel Sánchez, constituyen los principales baluartes, en una alineación que no posee hombres de poder.
No obstante, el madero de Los Indios debe despertar lo más pronto posible pues la temporada clasificatoria es bien corta, solamente 45 desafíos, y un mal inicio puede comprometer los propósitos del colectivo y en ello los bateadores resultan protagonistas.
Ahora la tropa de Guantánamo rivalizará ante los actuales campeones nacionales, Ciego de Ávila, y necesitarán al menos una victoria para mantenerse entre los primeros del torneo.
La temporada es joven pero cada juego cuenta. De ahí que los bateadores del Guaso están llamados a despertar del letargo ofensivo para apuntalar, con más opciones, las posibilidades de victoria en cada salida al terreno.
