Guantánamo: una ciudad que crece entre ríos e historia, por el trabajo de sus hijos

Ciudad Guantánamo, CubaGuantánamo.- Aunque apenas inicia octubre, en la ciudad de Guantánamo se respira un aire diferente, un aire de celebración. Vehículos, instituciones y espacios públicos exhiben una pegatina que muestra el logo de la campaña comunicativa por el aniversario 145 del otorgamiento del título de villa a la capital provincial, inaugurada desde el pasado mes de julio.

 

Las obras del proyecto Origen destacan entre las de mayor envergadura, realizadas con el objetivo de rescatar la historia local y la identidad de los guantanameros. La reparación de consultorios y bodegas y el remozamiento de las fachadas de las casas e instituciones en algunas de las principales arterias de la urbe se encuentran entre más de 125 acciones de impacto social y económico, que se realizan en Guantánamo, en saludo a la importante efeméride.

También como parte de estas acciones, los ómnibus de transporte urbano se identificarán con la letra G y las combinaciones de colores rojo, blanco y negro, además el mejoramiento de los sistemas hidráulicos y de las áreas verdes, la recuperación de viales y viviendas, así como la reanimación integral de los servicios de comercio y cultura también se enmarcan en el llamado “Proyecto Ciudad”.

Cuando solo restan poco menos de dos meses para que el primero de diciembre se conmemoren 145 años del otorgamiento del título de villa a la ciudad de Guantánamo, los hijos de esta tierra debemos reconocer cuánto hemos avanzado y cuánto camino aún nos resta por recorrer.

Todo lo anterior nos compulsa a no solo disfrutar de la belleza y las favorables condiciones que se muestran en algunas partes de la ciudad, sino que lo logrado debe comprometernos a realizar un trabajo aún más eficiente en cada uno de nuestros puestos laborales, a ser más combativos antes las indisciplinas y el maltrato a la propiedad social, actitudes que nos permitirán preservar el patrimonio logrado hasta la fecha.

Nos corresponde no solo ser partícipes, sino convertirnos en protagonistas e incluso impulsores de acciones que contribuyan al enriquecimiento material o espiritual de Guantánamo, una ciudad que indudablemente crece, entre ríos e historia.

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