Guantánamo: trasvasar agua, mejor que desembalsarla

Guantánamo.- El envío de agua desde la presa Faustino Pérez, a punto de alcanzar su capacidad tope, hasta la Clotilde (ambas en el municipio de Manuel Tames),  obedece hoy a una estrategia, según la cual trasvasar es más económico que desembalsar.

Hasta mediados de la semana pasada el progresivo llenado de “Faustino”  (con más de 25 millones y medio de metros cúbicos (m3),  de 26 millones almacenables) y las lluvias que aun persisten  auguraban actividad en sus tres aliviaderos de compuertas, concebidos cada uno para verter 500 m3 cubicos por segundo hacia el río Guaso.

Las casi constantes precipitaciones  “activaron” también en la memoria de los guantanameros, los cuatro golpes de agua que en mayo y noviembre de 1993 y 1994 causaron millonarias pérdidas a la ciudad, por las crecidas de esa corriente fluvial, en contubernio con su afluente el Bano, que corre aguas abajo de la obra hidráulica.

Pero no fue el desembalse la opción de Recursos Hidráulicos (RH) “porque es agua que va al río, luego al mar y no retorna”, explicó a ACN Juan Carlos González, subdirector de ese organismo en la provincia.

El funcionario precisó que se decidió trasvasar y  ya Clotilde ha receptado  150 mil m3, volumen que beneficiará indirectamente a las ciudades de Guantánamo y Jamaica, capitales de los municipios cabecera y de “Tames”, respectivamente, aunque esa represa se encuentran aun en el llamado nivel muerto.

Contrariamente, Faustino Pérez, que hace dos meses se encontraba en su cota más baja, almacena reserva para 198 días, y según González Dalmau es propósito de RH alargarlas hasta fines de abril, en que culmina el período seco, iniciado en todo el país el primero de noviembre, y que ha sido benigno en lluvias para Guantánamo.

El entrevistado aseguró que aunque la provincia almacena 153 millones de m3, el 47 por ciento del agua que es capaz de guardar de una sola vez, la sequía dista de batirse en retirada y exhorta a la población a mantener  las medidas de ahorro y evitar el derroche del líquido.
 

Aunque en segmentos de la Villa del Guaso se restituyeron  los ciclos de distribución  habituales (en días alternos, cada tres días, o cuatro, según el lugar), alertó  que con más de un año de sequía los principales ríos y arroyos  siguen sin recuperarse. Agregó que la distribución de las lluvias no ha sido equitativa y se comporta a menos de la mitad del promedio histórico hasta la fecha, en el Alto Oriente en general.

Guantánamo mantiene, sin embargo, las mismas restricciones operativas  en Faustino Pérez, con el fin de alargar la disponibilidad a la ciudad hasta la fase más avanzada de la etapa seca.   

La decisión es factible, pues la Villa del Guaso cuenta también para el suministro local con la estación de bombeo Camarones, la cual se alimenta del canal de igual nombre, y las denominadas Bano y Montgomery, erigidas con carácter emergente en el norte y Este de esta poblada urbe, respectivamente.

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