Exitoso el desempeño de La Ruina

Guantánamo.- La cooperativa no agropecuaria Taberna La Ruina, de servicios gastronómicos en Guantánamo, demuestra el éxito de las formas de gestión no estatal al sobresalir como una de las mejores de Cuba y la más eficiente entre las cinco constituidas en la provincia.

 

De los resultados de esta sociedad, activa desde fines de abril de 2014, dan fe su creciente acogida popular y las estadísticas. En sus primeros ocho meses del pasado año ingresó más de siete millones 140 mil pesos (CUP), y en lo que va del presente ya supera en cuatro millones y medio esa cifra, monto del cual aportó alrededor de un millón 293 mil al presupuesto del Estado.

Antes de ser cooperativa la “Taberna…” era administrada por la cadena extra-hotelera Palmares, del Ministerio del Turismo, e ingresaba un promedio de 200 mil pesos convertibles al año, y con la nueva forma de gestión económica recauda diario alrededor de un millar y medio en esa moneda, o su equivalente en CUP.

Al decir de Pedro Luis Zamora, presidente de la junta directiva, La Ruina es una cooperativa no agropecuaria de Primer Grado, constituida bajo tres principios fundamentales: voluntariedad, colectivismo y comprensión mutua, para brindar un servicio eficiente, de calidad, y ver florecer los beneficios.

De siete socios fundadores que se mantienen -precisó- la plantilla ha crecido hasta 12 por la dinámica e incremento de las prestaciones, y la afluencia de la población y añadió que sus trabajadores son estimulados por los salarios que devengan mensualmente, superiores a los tres mil pesos (CUP).

El tema de los suministros Zamora lo señaló como una debilidad aún, por la ausencia de mercado proveedor mayorista y la todavía dependencia de Palmares para los abastecimientos fundamentales, organismo que no satisface las necesidades y al funcionar como intermediario grava cada producto.

Entre las proyecciones se refirió a la posibilidad de insertar el local en rutas turísticas que llegan a la ciudad, y de ampliarse en espacio, con interés específico en áreas de la propia edificación original -hacia 1889 fastuoso Hotel Washington- donde prevén recrear la antigua estructura y habilitar un restaurante de gala.  

Hoy tiene capacidad para 150 personas sentadas, excelente servicio de restaurante y bar, música grabada durante casi todo el día y la noche, y la posibilidad de pago en las dos monedas y con tarjeta magnética, además de otras prestaciones, como el alquiler para festejos.

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