Estudio revela la causa principal de la demencia

Estudio revela la causa principal de la demenciaUn reciente estudio descubre la causa principal de la demencia; está relacionada con los niveles de urea cerebral y los procesos metabólicos.

La investigación, realizada por un grupo internacional de científicos compuesto por expertos de la Universidad de Manchester, la Universidad de Auckland, AgResearch Nueva Zelanda, el Instituto de Investigación y Desarrollo de Australia Meridional, el Hospital General de Massachusetts y la Universidad de Harvard, ha desvelado la causa principal de la demencia, algo que tendrá implicaciones importantes para su posible tratamiento y diagnóstico.

Según el investigador principal, Garth Cooper, de la Universidad de Manchester (el Reino Unido), la acumulación de urea en el cerebro a niveles tóxicos puede provocar daños cerebrales y, finalmente, demencia.

Señalar que la demencia no es una enfermedad en sí misma, sino un término general para explicar los síntomas de deterioro en la memoria, la comunicación y el pensamiento (como nombrar objetos o personas).

Esta nueva investigación es la continuación de los estudios anteriores de Cooper, que mostraron los vínculos metabólicos entre la enfermedad de Huntington, otras enfermedades neurodegenerativas y la diabetes de tipo 2.

Conforme indican los resultados del estudio, la enfermedad de Huntington, uno de los siete tipos principales de demencia relacionada con la edad, está directamente asociada con los niveles de urea cerebral y los procesos metabólicos.

El equipo utilizó cromatografía de gases y espectrometría de masas de última generación para medir los niveles de urea cerebral. Para que los niveles sean tóxicos, la urea debe aumentar 4 veces o más respecto a los niveles de un cerebro normal.

Asimismo, descubrieron que los niveles altos de urea se presentaron antes de que comenzara la demencia, lo que podría ayudar a los médicos a diagnosticar e incluso tratar la demencia, mucho antes de su aparición.

En la investigación, los científicos usaron cerebros humanos, donados para la investigación médica por diversas familias, así como ovejas transgénicas de Australia.

 

 

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