En el ardor del verano

Guantánamo. Los días del período vacacional marcan la diferencia en el acontecer de los guantanameros… Creo que hasta los gallos lo aprecian, pues siento su canto más agudo… Pero cada vez amanezco interrogándome: ¿Cómo será posible en medio de tensiones económicas, que el país pueda sostener el programa de recreación previsto? ¿Qué deseamos hacer y cómo podremos? ¿Cómo adecuar las necesidades a las posibilidades reales en la etapa estival?

Desde el dos de julio por San Antonio del Sur iniciaron en Guantánamo, como en todo el país, las actividades bajo el slogan: “Desde el barrio: Sumar alegrías”. Aquí contamos con el personal y la infraestructura necesaria para lograrlo, este año con la motivación especial de la celebración del 90 cumpleaños del líder histórico de la Revolución Cubana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Son amplias y variadas las actividades recreativas, culturales y deportivas, en el escenario principal: el barrio, las cuadras y las comunidades, en escuelas, salas de video y de televisión, joven clubs de computación, campismos e instalaciones del turismo, playas, piscinas, áreas deportivas y de baño en ríos e instalaciones culturales, seleccionadas.

“Sumando Alegrías” este verano vuelve a tener en la concepción de descentralizar la recreación, con los recursos humanos, materiales y financieros existentes en cada lugar, y por supuesto, se requieren recursos, pero pongo el énfasis en el más preciado: el humano, del cual depende la iniciativa y la creatividad.

Como tradicionalmente sucede la etapa tiene momentos cumbres: el inicio y fin del verano, el Día de los niños, el Día de la rebeldía nacional, el natalicio del líder histórico de la Revolución Cubana, y el aniversario de fundación de la Federación de Mujeres Cubanas…la celebración de la Asamblea Nacional “Somos el porvenir” de la Organización de Pioneros José Martí, la conmemoración del Día internacional de la Juventud y las Olimpíadas de Río de Janeiro, en Brasil. No dejo de mencionar los bailables en Plazas públicas y las fiestas carnavalescas, altamente demandados cada año por el pueblo.

En todo tiene que primar un derroche de creatividad por parte de los promotores culturales, instructores de arte, profesores de educación física y activistas deportivos, para utilizar al máximo las potencialidades existentes en cuadras, barrios y comunidades, con coherencia para trasmitir los mejores valores, nuestra historia y símbolos identitarios.

Lo mencionado es lo concebido oficialmente, lo que me hace pensar en el presupuesto asignado a los sectores de Educación, Deporte y Cultura en la provincia, cuyo impacto debe verse más en la calidad de la promoción de los estudiantes, la formación de conductas y valores acorde con el sistema que construimos.

Ahora bien, ¿Están conscientes realmente los especialistas mencionados de lo que más interesa en materia de recreación a la gente de ese barrio donde actúan?

Hace unos días un grupo de jóvenes me abordó para preguntarme hasta qué hora está permitido poner música en el barrio; le respondí que todo tiene que ver con el respeto a los demás, dónde y a qué hora la ponen, porque conozco que lo que más gusta a los jóvenes, quizás por ser la opción más económica, es la música, a veces de mal gusto, estridente y a deshora. Si eso es lo que más atrae, quizás es porque no hemos logrado hacer que aprecien otras opciones más provechosas.

Los devenidos “futbolistas” sacan dos porterías de alambrón o cabillas para la calle, y a patear balón se ha dicho, sin tener en cuenta, en medio del juego a quien pueden golpear o la ventana que pueden romper… Si les gusta, hay que darle esa opción, pero ordenadamente.

¿Cuántas escuelas, instalaciones gastronómicas, áreas culturales, cines, parques, terrenos deportivos existen en los barrios a las que apenas asiste público? ¿Por qué? A eso llamo a los promotores culturales, deportivos, a las organizaciones que tienen que ver con la recreación en el verano, a los factores del barrio; a que pensemos cómo hacer para que esos sitios se colmen del ajetreo que debe caracterizar la etapa.

Me gusta un verano de mucha algarabía, ardiente no solo por la alta temperatura que nos sofoca, pero pienso en las personas a las cuales les gusta leer un libro, ver televisión o DVD, en esos quienes simplemente prefieren estar tranquilos en sus casas, en los barrios, con su derecho también a disfrutar de su verano como les place.

En este sentido se puede hacer mucho más planificadamente, ¿por qué no retomar los “planes de la calle” para alborotar los barrios? ¿…y competencias de juegos de mesa o de bolas o bolinas (canecas), sobre todo en las comunidades de las ciudades… caminatas a sitios históricos, acampadas en parques y plazas…?

Ejemplos hay sobrados en barrios alejados de las urbes donde no queda un solo rincón de la privilegiada geografía guantanamera que no se use en el verano… Hablo de los municipios de Yateras, San Antonio del Sur, Imías, Maisí, Baracoa, Manuel Támes, Niceto Pérez… envidiables por su naturaleza, donde las organizaciones de masas asumen el disfrute de su gente, con la fortaleza de contar con todos los que pueden…

Vuelvo sobre la iniciativa y la creatividad para que en este verano no prime el facilismo, lo de todos los días, sino lo novedoso que atraiga público, espacios diversos donde cada quien tenga la opción de recrearse según su gozo. Ah, y para que el esparcimiento funcione es necesario que lo hagamos con disciplina, desde el traslado hacia, y hasta el comportamiento social en las zonas recreativas.

Prevenir, aseguro, nos traerá mejores dividendos y hará que los guantanameros correspondamos a los esfuerzos del estado y sigamos sumando alegrías en el ardor del verano 2016.

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