En buenas manos legado de Formell

En buenas manos legado de Formell. Foto: Juvenal BalánLa más reciente producción discográfica de Los Van Van, regalo de fin de año de la orquesta y la casa Egrem para el pueblo cubano, honra al fundador de la mítica agrupación con un mensaje claro y fuerte: hay Juan Formell para rato.

En el título del fonograma, Legado, se halla explícita esa intención, pero lo que cuenta en definitiva es la manera en que se revela en cada uno de los temas la impronta del compositor, orquestador, contrabajista y guitarrista que en diciembre de 1969 hizo realidad un proyecto que revolucionó la música popular.

Este es el primer disco de la orquesta íntegramente grabado luego del deceso de Formell en el 2014. La cosecha inmediata anterior, La fantasía, había sido concebida por el maestro, aunque debido a su partida tuvo que ser completada por Samuel Formell, quien asumió el liderazgo de la banda.

Precisamente Samuel, consciente de lo que representa la herencia musical de su padre y de las expectativas que genera la continuidad de una trayectoria espectacular, fraguó la idea de entregar con Legado una prueba evidente de la vitalidad inextinguible del sello vanvanero y de lo mucho y bueno que seguirá aportando la orquesta a los bailadores de Cuba y otras tierras.

En el repertorio del disco no falta la obra de Formell: Te extrañoPor qué lo haces y una nueva versión de Amiga mía, canción que causó furor a mediados de los años 80, ahora revisitada por Mandy Cantero, no solo constituyen hitos referenciales, sino inequívocas señales de actualidad.

Pero sin lugar a dudas lo que más llama la atención de la recién estrenada producción, presentada este último fin de semana en el Hotel Nacional de Cuba, es la coincidencia de los compositores concertados en que, sin dejar de ser ellos mismos, responden estilísticamente a los presupuestos que han hecho de Los Van Van una identidad sonora.

El tecladista Boris Luna, autor de Qué pena; los cantantes Abdel Rasalps (Vamos a pasarla bien) y Robertón Hernández (Vanvaneo y Hecho pa’ bailar, este último con posibilidades de reeditar el éxito de La moda, también conocida por La keratina), y Mandy Cantero (Vanvanidina), el flautista Jorge Leliebre (Culpable de nada Legado de vida) y del propio Samuel (Legado opening y Al paso) encajan a la perfección en el perfil formelliano al tiempo que despliegan probadas capacidades para ensanchar un repertorio pensado para un bailador que sabe escuchar.

La base rítmica –Samuel en la batería, Juan Carlos Formell en el bajo, Joel Cuesta en las tumbadoras y Julio Noroña en el güiro- garantiza los cimientos de ese estilo. Vanessa Formell, nuevo ingreso, cumple su función. Legado cumple más aún.  

 

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