El General Pancho narra historias de la guerra

Guantánamo.- El Héroe de la República de Cuba, General de Brigada de la reserva Francisco González López, narró este miércoles historias de la guerra revolucionaria a periodistas y historiadores de Guantánamo, ciudad donde residió durante varios años.

 

Participaron en el intercambio José Sánchez Guerra,  Historiador de la Ciudad,  y Martha Reyes Noa, autora del libro “Pancho, General de las montañas”, texto biográfico sobre ese combatiente del II Frente Oriental Frank País.

Aspectos de su incorporación al Ejército Rebelde, en la Sierra Cristal y su encuentro con varios de los líderes de la rebelión contra el dictador Fulgencio Batista fueron temas en que hizo hincapié y que complacieron al auditorio, reunido en la Casa del Historiador, de esta poblada urbe.   

González López intercambió criterios también con compañeros de lucha, como Luis Figueras Pérez, quien se incorporó también en edad temprana a ese aguerrido contingente guerrillero, creado el 11 de marzo de 1958 por el entonces comandante Raúl Castro.

Figueras Pérez, integrante del ejecutivo provincial de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, agradeció a la escritora y periodista  Reyes Noa que utilizara como referencia bibliográfica a dos textos rubricados por él y su esposa, la también historiadora Marisel Salles Fonseca.

Dados a la luz por la editorial guantanamera El Mar y la Montaña, los libros se denominan Guantánamo insurrección. Apuntes para una cronología crítica, y Constitución del II Frente Oriental Frank País. Apuntes y reflexiones.

Miembro de Honor de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR), “Pancho” cumplió varias misiones internacionalistas y fue primer secretario del Partido en el santiaguero municipio de II Frente.

Es Investigador de Mérito del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y entre otras responsabilidades ha ocupado  la de viceministro de la Agricultura.

Tiene 80 años de edad, y  a su espíritu incansable y abnegación deben las serranías guantanameras muchas de las transformaciones experimentadas en las últimas tres décadas.

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