La destitución de la mayoría del pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) a un mes de los comicios generales y el aumento en contagios de Covid-19, mantienen a Ecuador en alerta.
Ambos hechos resultaron trascendentales en la semana que concluye esta jornada, en medio de una campaña electoral marcada por limitaciones para las concentraciones y acciones promocionales de los candidatos, debido al auge en la propagación de la enfermedad respiratoria por todo el país.
La separación de los cargos de la presidenta del CNE, Diana Atamaint, el vicepresidente, Enrique Pita, y los consejeros José Cabrera y Luis Verdesoto fue dictaminada por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por una infracción muy grave, al desoír el fallo de permitir la participación del movimiento Justicia Social en las justas del próximo 7 de febrero.
Tras la decisión, tomada el pasado 6 de enero, los consejeros afectados afirmaron en un comunicado conjunto que el calendario hacia los comicios continúa según lo planeado, pero apelarán al fallo de primera instancia.
No obstante, Atamaint alertó que de quedar en firme las destituciones, definitivamente las elecciones generales terminarán suspendidas y habría incumplimiento en el mandato de posesionar a las dignidades el venidero 24 de mayo, previa juramentación de los miembros de la Asamblea Nacional, 10 días antes, como está estipulado.
La postura de la máxima directiva del CNE estuvo respaldada por Pita, quien consideró que ese escenario desatará un caos democrático e institucional y serán los suplentes los encargados de continuar con la agenda.
‘Le corresponderá a ellos asumir la responsabilidad de permitir la inscripción de los candidatos de la organización política Justicia Social. Esto va a interrumpir el proceso y tenemos la certeza absoluta de que los tiempos jamás van a dar para que el 24 de mayo tengamos nuevo presidente de la república’, aseguró Pita.
Por otra parte hay criterios encontrados entre abogados constitucionalistas sobre la pertinencia de destituir a los consejeros en un momento crucial de cara a las votaciones en esta nación andina.
Mientras, aparejado al conflicto existente entre las instituciones responsables de los sufragios, las fuerzas políticas contendoras continúan con la campaña electoral iniciada el pasado 31 de diciembre y la impresión de papeletas de cara a los sufragios está en un 26 por ciento de manera general.
En medio de ese panorama, la Covid-19 permanece indetenible y el país donde se ubica la Mitad de Mundo ya sufre las consecuencias de las aglomeraciones, reuniones sociales e infracciones al protocolo de bioseguridad para prevenir el auge de contagios, cometidas durante las celebraciones navideñas y por año nuevo.
De 214 mil 614 casos positivos de la enfermedad respiratoria, registrados por el Ministerio de Salud Pública el domingo último, la cifra aumentó a 219 mil 148 la víspera, lo cual representa cuatro mil 534 nuevos infectados y algunas jornadas de más de un millar de enfermos diagnosticados mediante pruebas de tipo PCR.
Con esas estadísticas y ante el incremento en la ocupación en Unidades de Cuidados Intensivos destinadas a atender la dolencia en varias provincias, las autoridades pusieron en marcha en los últimos días un plan de contingencia que comprende habilitar nuevos espacios para pacientes con Covid-19 en hospitales de ciudades como Quito y Guayaquil, las más golpeadas.
Frente a esa realidad, el llamado es a la población para que respete las medidas establecidas de uso permanente de mascarillas, lavado frecuente de manos y distanciamiento físico, y a los candidatos en campaña, a fin de cumplir con las restricciones de aforo en caravanas y concentraciones.
Al mismo tiempo, especialistas médicos reiteran pedidos al gobierno nacional de suspender los vuelos procedentes de Europa, para prevenir el ingreso al país de la nueva cepa de la enfermedad detectada en el Reino Unido, por su alto grado de contagio, lo cual rechazó el ejecutivo.
Tomado de PL
