Varios expertos coincidieron en La Habana en destacar la importancia que tiene la prevención y evitación de accidentes industriales y otros riesgos para la economía del país. Entrevistados por Prensa Latina los ingenieros nuclear y de vuelo, Manuel Perdomo y Jorge Carlos Morandeira, respectivamente, coincidieron en la necesidad de una cultura en ese terreno, a fin de impedir accidentes que implican grandes costos financieros y sociales.
Perdomo y Morandeira, quienes pertenecen a la Cátedra de Seguridad y Riesgos de Cuba, concordaron además en que todas las actividades llevadas a cabo para un bien social y económico conllevan riegos asociados que deben ser medidos y controlados, lo cual implica gastos y costos.
A juicio de Perdomo, históricamente existe una dicotomía entre la seguridad y la economía, que casi siempre se resuelve a favor de esta última.
Es por ello que no pocos piensan que las medidas de seguridad que no participan en la producción, implican solo gastos.
Sin embargo, esas acciones predictivas evitan la ocurrencia de accidentes industriales, tecnológicos u otros que de tener lugar representan costos tres, cinco y 10 veces superiores a los que demanda la aplicación de la actividad de prevención.
En reciente reunión de la Cátedra, en ocasión del décimo de aniversario de esta, sus participantes analizaron, entre los principales temas, la necesidad de continuar la línea de investigación principal asociada con el teatro de operaciones probabilistas ante cualquier contingencia adversa.
También debatieron sobre los errores que dieron lugar a importantes accidentes, como el acaecido al Crucero Costa Concordia, en Italia, y acerca de procedimientos para la explotación de aeronaves de ala giratoria a bordo de artefactos navales en las operaciones offshore.
Asimismo, Silvia Miriam Pell, especialista de la Universidad Tecnológica de La Habana, refirió los resultados en el desarrollo de tecnologías para determinar perfiles de riesgos que permiten prevenirlos y mitigarlos en el ambito cumunitario y otros mediante la implementación de programas de educación ambiental.
La Cátedra está copatrocinada por 72 organizaciones e instituciones, entre ellas el Grupo Empresarial Laboratorio Farmacéuticos, el Ministerio de la Industria Básica, la Escuela Superior de Cuadros, la Central Termoeléctrica ‘Máximo Gómez’, y el Instituto Superior de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la UH.
A juicio de su presidente, Jesús Salomón, la entidad ha sido en sus 10 años de existencia foro de intercambio de información, de formación de proyectos para contribuir al desarrollo, un espacio ideal de debate profesional y académico sobre la seguridad y riesgos en los ámbitos nacional e internacional.
