Guantánamo.- Varios espacios se dedican en Guantánamo a la cultura per se, independientemente de que más allá del arte, el término abarca todo un complejo que incluye el conocimiento, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también como miembro de la sociedad.
Proyectos como El Patio de Adela y Carvechelo.com, el festival infantil de la rumba, las peñas de changüí en las comunidades, la Fiesta a la Guantanamera y la Semana de la Cultura se destacan, entre otros, en su afán por preservar los valores más autóctonos que forman parte del patrimonio inmaterial de esta tierra.
En tiempos donde la globalización se extiende y amenaza cada vez más con eliminar las fronteras que definen la identidad cultural de los pueblos y de las diferentes regiones del planeta, ejemplos como estos sobresalen por su defensa de nuestra raíces.
Este fenómeno (la globalización), impone modas y modos que convierten a la gente en consumidores de una cultura que los enajena; los medios de comunicación masiva, donde no puede obviarse a la internet, juegan un papel preponderante toda vez que son considerados como puentes entre el hombre y el mundo con marcada influencia en la vida diaria.
La apoteosis consumista no repara ni en edades ni en fronteras, mucho menos en implicaciones morales o en las graves consecuencias que acarrea el tratar de imitar esos estilos ajenos. No se trata de negar la posibilidad de conocer e incluso interactuar con otros valores y formas de vida, sino que es necesario concertar lo auténtico con lo global porque el peligro radica en que lo difundido encierra un mensaje alejado de nuestra naturaleza e identidad y es una vía para borrar los valores espirituales legítimos.
En estos tiempos donde particularmente nuestro país es objeto constante de intentos de penetración a través de programas generados en los Estados Unidos, como los gestados por la USAID y más recientemente la Task force de internet para Cuba, es vital seguir en la búsqueda de opciones inteligentes para difundir y enraizar nuestros valores para evitar ese vacío cultural que tanto luchan por imponernos.
La cultura está ligada al desarrollo por lo que hay que preservarla, consolidarla y enriquecerla como una obligación de cada pueblo, de ese modo se contribuye además al patrimonio común de la humanidad.
Apuesto por la continuidad e incremento de todos los espacios valederos con ese propósito donde también es necesaria la estimulación de los procesos de creación artística y la calidad de las ofertas, donde incluyo a las serranías guantanameras. Apuesto por La fiesta del agua y el Festival balseros en Baracoa, por la Jornada Nacional de Literatura y Artes Plásticas Regino Eladio Boti, por cada iniciativa que en Guantánamo se dedica a resguardar esos valores que forman parte indisoluble de nuestra cultura.
