Casting en 4: Humor femenino de lujo

Guantánamo.- Cuatro mujeres se presentan al casting de una película y cada una aspira a ser la escogida. Esa pudiera ser la sinopsis del espectáculo humorístico Casting en 4, interpretado por Yasnay Ricardo, de Komotú, Mireya Abreu, de Caricare, Venecia Feria, de Etcétera y Aleanys Jaúregui, popularmente conocida como Cuqui la Mora.

Escrito y dirigido por Eider Luis Pérez, director humorístico de Etcétera, la propuesta de más de una hora de duración, regaló a los espectadores del Teatro Guaso en Guantánamo un humor inteligente y desenfadado que puso al descubierto las capacidades histriónicas de estas cuatro mujeres, las únicas que hoy pertenecen al Centro Promotor del Humor en Cuba.

En un set que simula un ring de boxeo, las actrices despliegan su modo muy peculiar de asumir el humor; bailan, cantan y sorprenden al público con sus monólogos, muy bien entrelazados dramatúrgicamente.

Por otro lado, vale destacar el juego de luces que utiliza la puesta en su ambientación, así como el vestuario escogido para cada intérprete, lo que evidencia el minucioso trabajo de dirección de Eider Luis, un creador graduado de Historia en la Universidad de Oriente y que ha sido varias veces premiado en certámenes nacionales, en las categorías de guión, sketch, y mejor espectáculo del año.

Casting en 4 fue recibido por el público de Guantánamo con ovaciones y aplausos, a solo unos meses de recibir en La Habana el Premio a la Originalidad, que otorga el Teatro Nacional durante el Festival Aquelarre.

Además de redimensionar la figura de la mujer en el humor cubano, Casting en 4 apuesta por acompañar la risa con la reflexión en un momento en que abundan los espectáculos cargados de chistes de mal gusto y sin originalidad.

En una reciente entrevista concedida al diario Juventud Rebelde, Eider Luis Pérez comentaba que a la mayoría de los humoristas les falta cultura general y ese escaso conocimiento les lleva a sobreexplotar los mismos recursos.

«Si el público te legitima como un simple cómico que hace chistes- apuntaba- es porque no le has dado otra posibilidad para legitimarte de otra manera; no le has ofrecido otra cosa.

«Por razones económicas, los humoristas se trasladan a otros espacios fuera del teatro y es a partir de ahí que hay que tener cuidado con la calidad de lo que hacemos. Muchos se van por el facilismo y hacen el stand up comedy, que no es más que conversar con el público desde un micrófono. Es cómodo y es válido, pero no es lo único que se puede hacer. No rozaremos el chiste fácil solo por ganar más».

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