Buenos deseos o mejores acciones para el año nuevo (+ Infografía)

Guantánamo. – Llega el mes de diciembre y con él, un sinnúmero de tradiciones relacionadas con el encuentro, la familiaridad, las fiestas, el balance de lo alcanzado durante los 11 meses precedentes y no falta la lista de pendientes para la nueva etapa.

Se trata de esa lista que escribimos en una hoja en blanco de nuestro cuaderno, que colgamos en nuestros muros de Facebook o colocamos en las notas del móvil, para tenerla siempre pendiente. Hay algunas personas más creativas que incluso montan slideshows, tableros o fondos de pantalla que les recuerden aquello que anhelan lograr.

No pretendo desmontar la importancia de estos rituales, sin dudas permiten avanzar o al menos imaginar que vamos hacia estadios superiores en diferentes áreas de nuestras vidas, pero si me gustaría que reflexionemos sobre la naturaleza de estos propósitos.

La lista de pendientes casi siempre gira en torno a dietas, estilos de vida, relaciones amorosas, deseos profesionales u objetos que queremos obtener, sin embargo, no pensamos en el bien mayor. Nunca he escuchado a nadie proponerse para el año venidero: sembrar más árboles, reciclar más o sencillamente ser más consciente de nuestro entorno y de cuanto podemos hacer para mejorarlo.

Más allá de los acostumbrados buenos deseos que por estos días llenan las redes sociales, se transmiten mediante llamadas telefónicas o de boca en boca, después de un caluroso abrazo, es más importante, al menos en lo que a mi juicio respecta, cómo podemos incidir objetivamente en materializar nuestras palabras.

Ciertamente no controlamos las variables de la existencia de todos quienes nos rodean, pero al menos con respecto a aquellos más cercanos: familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo o sencillamente a ese que encontramos en la guagua, en el coche, en la calle, es bastante lo que podemos hacer.

Le invito a hacer un experimento: a todo aquel a quien le augure un año feliz, piense objetivamente como contribuirá a que ese sentimiento surja y se mantenga en la vida de esa persona. Así mismo, si desea prosperidad, considere que usted incide indirectamente, en alcanzar ese estado, desde su centro laboral, desde su puesto de trabajo.

Creo que definitivamente la tesis que defiendo es la siguiente: ¿Qué vale más: los buenos deseos o las mejores acciones? Ser mejor persona es un buen propósito de año nuevo, pero la frase por si misma resulta demasiado general y puede hacerse más sencilla su práctica y establecemos metas que nos lleven a ese deseo, que debe impulsar nuestros sueños y deseos para el nuevo año.

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