Talibanes aprueban decreto sobre derechos de mujeres afganas

Mujeres y niñas de Afganistán

El líder de los talibanes Haibatulá Ajundzada firmó esta semana un decreto con nuevas reglas relativas a los derechos de las mujeres en Afganistán.

De acuerdo con el texto publicado, los talibanes instruyen a organizaciones, clérigos y ancianos tribales a adoptar medidas que llamaron serias para reactivar los derechos de las mujeres, publica Telesur.

El edicto, compartido este viernes en Twitter por el vocero talibán, Zabiullah Mujahid, prohíbe, entre otras cosas, los matrimonios forzados y estipula que la unión marital sea posible solo con el consentimiento de la mujer. «Nadie puede obligarlas a casarse», subraya.

El texto también señala que las viudas tienen derecho a elegir y determinar su propio futuro y a contraer de nuevo matrimonio si así lo desean. Entre tanto, en caso de poligamia, el esposo debe mantener la equidad entre todas sus esposas de acuerdo con las normas de la sharía (o ley islámica).

Destaca en el inicio del texto la frase que «Una mujer no es una propiedad, es un ser humano noble y libre, y nadie puede dársela a nadie a cambio de un acuerdo de paz o el fin de la enemistad».

Los talibanes han restringido de manera significativa los derechos de las mujeres afganas tras la toma del mando en el país a mediados de agosto.

En múltiples ocasiones, las disputas familiares en Afganistán se han cerrado con una mujer que se ofrece en compensación. Por esta razón se eliminó el uso de las mujeres como intercambio por acuerdo de paz.

Según la normativa adoptada por los talibanes, las viudas tienen derecho a recibir una herencia, además de un regalo de bodas si se vuelven a casar. La prerrogativa insta a dos Ministerios del Gobierno afgano y a los tribunales a garantizar el conocimiento y la implementación de estos derechos.

A pesar de incluir varios tópicos, la resolución no abordó temas cruciales como el derecho de la mujer a la educación, el aborto y el empleo.

Con la llegada de los talibanes, muchas mujeres quedaron imposibilitadas de regresar a sus trabajos y la mayoría de las escuelas secundarias de niñas quedaron cerradas.

Tomado de Juventud Rebelde

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