Sin pruebas, EE.UU. vuelve a calificar de ataques incidentes en Cuba

Estados Unidos volvió a utilizar el término ataques para referirse a alegados incidentes que afectan la salud de algunos de sus diplomáticos estacionados en Cuba, pese a admitir que desconoce la naturaleza de esos hechos.

La víspera, ambos países celebraron la VII Reunión de la Comisión Bilateral, un mecanismo creado en agosto de 2015, en el contexto del acercamiento mutuo anunciado ocho meses antes por los entonces presidentes Raúl Castro y Barack Obama.

Según el Departamento de Estado, durante el encuentro realizado en Washington, la parte anfitriona -encabezada por el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, John Creamer- pidió a la cubana -liderada por el director general de Estados Unidos de la cancillería, Carlos Fernández de Cossío- ‘identificar con urgencia la fuente de los ataques’ y ‘garantizar su cese’.

El domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla emitió una declaración, en la que reiteró la disposición a cooperar con seriedad en la búsqueda conjunta de respuestas, el esclarecimiento y la solución de los alegados incidentes.

Asimismo, recordó que tras más de un año de pesquisas por parte de las agencias especializadas y de expertos de Cuba y Estados Unidos, se confirma que no hay hipótesis creíble ni conclusiones apegadas a la ciencia que justifiquen las acciones adoptadas por la Casa Blanca en detrimento de los vínculos entre las dos naciones.

Washington utilizó el tema para retirar a la mayor parte de su personal de la embajada, expulsar a varios diplomáticos cubanos de la capital norteamericana y emitir una alerta de viaje sobre la isla, con lo que tomó forma el retroceso en las relaciones bilaterales adelantado por el presidente Donald Trump.

Desde su llegada a la Oficina Oval, en enero de 2017, Trump ha escalado en la postura agresiva hacia la mayor de las Antillas, sin ocultar su empeño en desmontar el acercamiento activado por Obama, que llevó al restablecimiento de relaciones diplomáticas, la reapertura de las embajadas y la firma de una veintena de convenios.

La embajada estadounidense en esta capital informó a la cancillería a finales del pasado mes que el 27 de mayo una funcionaria había reportado síntomas de salud como resultado de ‘sonidos indefinidos’ en su lugar de residencia, con lo que rondarían los 25 los ‘casos confirmados’ de personas afectadas en la isla.

De acuerdo con el gobierno cubano, de forma inmediata se concedió máxima prioridad al asunto y fue ejecutada una exhaustiva investigación en las inmediaciones del lugar, la cual ‘no encontró indicios de sonido alguno que pudiera provocar daños a la salud’.

La Habana advirtió que al igual que en los casos reportados anteriormente, las autoridades y especialistas cubanos no han tenido acceso alguno a la funcionaria.

También señaló que toma nota del anuncio realizado por la Casa Blanca el 5 de junio, cuando el secretario de Estado, Mike Pompeo, divulgó la creación de un grupo encargado de las indagaciones sobre incidentes como los ocurridos en Cuba y China, estos últimos en la palestra desde hace apenas unas semanas.

Pompeo dijo entonces que ‘no se ha establecido la naturaleza de los daños sufridos por el personal afectado o si existe una causa común para todos los casos’.

Al respecto, China aseveró que sus pesquisas en torno a la situación tampoco arrojaron pistas o indicios que conlleven a la situación descrita por Estados Unidos.

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