Guantánamo.- Son las 6.30 am. El olor a café recién hecho inunda la habitación y suena afuera “Caminito de la escuela (…)” y sé que es hora de levantarse. Al ritmo de la historia diaria, siempre con una enseñanza útil y educativa me alistaba para el nuevo día.
Más tarde en la jornada – y también en la vida – recuerdo esperar a las 12 meridiano y debatir con mi abuela para escuchar Dimensión, por la señal de CMKS Trinchera Antimperialista “La Voz de la simpatía” o Alegrías de Sobremesa a través del dial de Radio Progreso “La onda de la alegría”.
Luego las novelas acompañaban las siestas y a la 2 PM y hasta las 5 sonaba en Radio Guantánamo “Confeccíonelo” con buena música, compañía agradable, consejos útiles y temas de actualidad. Desde las 4 y hasta las 7 PM el dial de Rebelde propone “Así” el programa de inmortalizó por años Franco Carbón y justo a las 8 PM inicia “Música Viva”, seguido por “Estaciones”.
Para los desvelados o noctámbulos no existe mejor compañía que “Nocturno” “Un espacio para soñar y recordar” que desde 1966 constituye uno de los espacios más icónicos de la radio cubana. Y si de meditar o conciliar el sueño se trata, los instrumentales de Radio Enciclopedia estaban siempre a la orden.
A grandes rasgos es esta la radiografía de un día común en mi éter personal. Espacios que para mí suman recuerdos de mi existencia, cuando la voz al otro lado del micrófono era la compañía ideal para cualquier actividad o espacio.
En el Día Mundial de la Radio – proclamado en 2011 por los Estados Miembros de la UNESCO y adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 como Día Internacional – agradezco a los realizadores y artistas que hicieron y hacen posible la magia de las voces y sonidos, construyendo siempre una realidad mejor, educando, soñando y ayudándonos a soñar a través del éter.
Ms. C. de la Comuniciación y Lic. en Periodismo en la Universidad de Oriente. Coordinadora de la Redacción Digital y el Grupo Multimedia del Telecentro Solvisión