Guantánamo. – Pocas horas separan a los cubanos de las celebraciones por el 60 Aniversario de la Revolución y por el advenimiento del 2019. No parece casual entonces que una nueva campaña mediática difamatoria del gobierno revolucionario cubano y sus logros, se geste.
El objetivo central parece ser en este caso, desacreditar al nuevo gobierno cubano, expresión de la continuidad histórica del proyecto social que se construye en la Isla desde 1959, que para disgusto del grupúsculo anticomunista miamense continúa dando pasos sólidos en la construcción del socialismo.
El New Herald publica tan solo en la jornada del jueves 27 de diciembre tres notas referidas a una supuesta “campaña por el fin de la dictadura en Cuba” “grietas en el nuevo liderazgo cuban” y otros temas afines al mismo discurso agresivo y retrógrado que acostumbra a usar “el medio” – más bien deberíamos llamarlo derecho, por su parcialidad – cuando habla de Cuba.
La estrategia forma parte de la guerra no convencional a la que nos tiene acostumbrados el gobierno de los Estados Unidos y que tantas veces le hemos visto usar en sus diversas fórmulas en otras partes de la geografía del orbe.
Sucede esto cuando a lo largo de la Isla, múltiples son las expresiones de cariño y apoyo demostradas hacia el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz Canel Bermúdez a todos los niveles, su capacidad para el diálogo y su convocatoria constante a perseverar, cambiar, mejorar, siempre fieles a la esencia martiana y fidelista que distingue a nuestro pueblo.
También cuando se avanza con sólidos pasos hacia la el Referendo Constitucional, en febrero del 2019, fecha en la que los cubanos votarán por una Carta Magna atemperada a sus tiempos y necesidades…
Por supuesto que, al buscar en Google, las palabras Cuba y noticias aparecerán estas que bien pudiéramos considerar como fake news y que tanto daño hacen a la credibilidad de los medios.
Pero lo cierto es que extraño resultaría que por estas fechas de celebración, por todo lo que hemos logrado en más de seis décadas de transformaciones y luchas el New Herald y los torcidos intereses que representa, no cumplieran con la tradición de atacar por cualquier dirección posible, como intentando dar zarpazos al aire, en una búsqueda desesperada de algo que nunca llegará: la derrota del pueblo cubano, ese que es dueño de su propio destino y que continúa eligiendo su Revolución y su derecho a la libre determinación por sobre todas las cosas
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