Matthew: del Trauma a la Recuperación

Guantánamo.- Desde las últimas jornadas del mes de septiembre de 2016,  Cuba estuvo atenta por la presencia y posible trayectoria por el territorio nacional, del ciclón tropical Matthew.

El énfasis se ponía en la zona oriental del país. A partir del día 28 a las 17:00 horas, se emitieron tres avisos de Alerta Temprana, 43 de ciclón tropical, y el Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional (CDN) emitió cinco notas informativas, cuatro de ellas específicamente para Guantánamo. Ante esta situación se protegieron a más de 222 mil personas, tanto en centros de evacuación como en casas de familiares y amigos.

El evento meteorológico azotó la provincia desde las seis de la tarde del 4 de octubre hasta las dos de la madrugada del siguiente día, su centro penetró por Punta Caleta, en el municipio de Maisí, con categoría cuatro, vientos máximos sostenidos entre los 220 y los 230 km/h, y rachas superiores que alcanzaron los 245 km/h. Su salida al mar se produjo por la Bahía de Mata, en Baracoa.

Las mayores afectaciones se concentraron en los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa. A partir de entonces, cumpliendo las indicaciones de la máxima dirección del país, se evaluaban los daños y organizaba la Recuperación.

El panorama dejado por Matthew era totalmente dantesco, bastaría señalar que se afectó más del 72 por ciento del fondo habitacional de estos municipios, cifra que sobrepasó las 42 mil 338 viviendas, entre las de derrumbe total o parcial y daños total o parcial en los techos, 2 mil 186 instalaciones estatales, entre escuelas, consultorios del médico de la familia, panaderías, bodegas, entre otras. Más de 2 mil 706 kilómetros de carreteras y caminos y 37 puentes también sufrieron daños, y unos 78 mil 647 clientes quedaron sin electricidad.

En el sector agropecuario quedaban arrasadas 70 mil 574 hectáreas de diferentes plantaciones permanentes y temporales, como Cacao, Coco y Café, y las áreas boscosas del macizo montañoso. En las comunicaciones se partió la fibra óptica en la Vía Mulata; la Costa Sur y en el puente sobre el Río Toa. Las transmisiones de radio y televisión colapsaban con la caída de varias torres en Baracoa.

De los 83 acueductos existentes en esos municipios se afectaron 63, quedando sin suministro de agua 79 mil 388 personas. Grandes fueron las pérdidas y daños de bienes y consumo del hogar, fundamentalmente de equipos electrodomésticos, muebles, colchones, útiles de cocina y otros. Pero a pesar de tantas afectaciones, el pueblo guantanamero siempre mantuvo en alto su espíritu y confianza en que se saldría adelante, sobre todo tras conocerse que Matthew, gracias a la educación popular y las medidas adoptadas por la Defensa Civil, no provocó la pérdida de ninguna vida humana.

La presencia en Baracoa y Maisí del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Defensa Nacional, prácticamente horas después del paso del huracán, motivó y estimuló a los pobladores, quienes manifestaron la confianza en que la Revolución no los dejaría solos en momentos de tanto desastre.

Raúl, intercambió con la población en los dos municipios, y los felicitó “porque son valientes, serenos y muy revolucionarios. Estoy orgulloso de las cubanas y los cubanos de todo el país, pero sobre todo de ustedes, porque han pasado una prueba muy dura”. El mensaje estremeció e inculcó ánimo a los lugareños: “Ustedes recibieron un golpe muy fuerte, pero nos recuperaremos”.

El General de Ejército presidió reuniones de los Consejos de defensa de Baracoa y Maisí, donde los ministros y otros dirigentes le expusieron las principales acciones acometidas para la recuperación. Un grupo de trabajo del Consejo de Defensa Nacional, presidido por el general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, e integrado por varios ministros y viceministros, permanecería en la provincia desde los días previos al paso del ciclón, acompañados por los miembros del Consejo de Defensa Provincial.

La visita a las zonas afectadas inmediatamente después del huracán, propició la toma de decisiones oportunas en dichos territorios, la agilidad de todos los procesos y rápidas respuestas.

Como en todos los fenómenos hidrometeorológicos ocurridos durante la Revolución, fue nuevamente decisivo  el apoyo de los miembros de las FAR, el MININT, así como también de todas las provincias del país, con el empleo de la técnica especializada para brindar vitalidad a las principales vías de acceso; el traslado de materiales de la construcción y productos alimenticios, la rehabilitación de los servicios básicos a la población, el suministro de agua, la elaboración de alimentos, la electricidad, las comunicaciones, la asistencia médica, el restablecimiento del curso escolar, atención a los damnificados, el mantenimiento del orden interior y la protección de los objetivos económicos, políticos y sociales.

Incalculable fue la labor de los delegados de circunscripción, Presidentes de Consejos Populares y de Zonas de Defensa, en la evacuación de la población, evaluación de los daños  y en la distribución de los recursos para los damnificados.

Por los severos daños ocasionados por Matthew, el Gobierno Revolucionario Cubano decidió: la entrega gratuita de módulos de alimentos como ayuda familiar a cinco mil 800 núcleos de zonas intrincadas, la rebaja temporal de precios minoristas de 16 productos de primera necesidad, la entrega adicional de arroz y frijoles del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la venta de bienes del hogar a los damnificados, y de materiales de la construcción a los damnificados, bonificándose el 50% de su precio a cuentas del presupuesto del Estado y la posibilidad de su pago en efectivo, bonificación o subsidios y la flexibilizó el crédito bancario para el sector campesino y la exoneración por tres meses del pago de impuestos a los trabajadores por cuenta propia.  

Se realizó un trabajo sistemático que garantizó una adecuada situación

higiénico-sanitaria y epidemiológica.  

La proeza de la recuperación

A diario los medios de difusión informaban de la titánica labor de la Recuperación, de los hombres y mujeres llegados desde toda Cuba, de organizaciones no gubernamentales presentes en la Isla, y de países hermanos para brindar su mano solidaria.

A pocos días del paso de Matthew se restableció el servicio eléctrico y conectaban a la red energética nacional de las comunidades de Boca de Jauco y Río Seco, en el municipio de Maisí y electrificaban por paneles solares de la Explanada de Duaba, y nació un nuevo parque solar fotovoltaico de 100 Kw de potencia en Punta de Maisí.

Fue recuperado el ciento por ciento de los servicios en las comunicaciones montándose un sistema de radioenlace digital de alta capacidad, garantía de vitalidad incluso en caso de repetirse cortes de la fibra óptica. Fueron instalados nuevas radio bases y la transmisión de la televisión digital de conjunto con la analógica.

Se recuperaron más del 98 por ciento de las viviendas que sufrieron derrumbes parciales o perdieron total o parcialmente sus techos, aunque ahora quedan los derrumbes totales, que son los casos más complejos.

Para Maisí y Baracoa se aprobaron cinco áreas para construir viviendas petrocasas y otras con tecnologías Forsa, Gran Panel y Sandino. Renacen los hogares de comunidades de Maisí, rehabilitadas por el proyecto Barrio Nuevo BarrioTricolor. Son ya transitables la mayoría de las carreteras y los caminos, y surgen otros como el desvío del tramo de la carretera Baracoa- Moa y la construcción del nuevo puente sobre el Rio Toa: el tramo La Boruga entre Baracoa y Maisí, lo cual mejorará significativamente la transportación de pasajeros y cargas.

Fue construido un molino en Maisí, para procesar áridos y el montaje de dos Batchin-plant en Baracoa, 23 minindustrias para la producción de materiales de construcción y otras para la elaboración de bienes del hogar y la prestación de servicios a la población.

De las 70 mil 574,9 hectáreas de plantaciones forestales, de coco, café, cacao y frutales dañadas se recuperan más de 20 mil. En el sector del transporte además de recuperar las instalaciones, se eleva la

disponibilidad técnica.  

Las instalaciones del Turismo se recuperaron y reanimaron en un corto tiempo, construyéndose la Villa Punta de Maisí y el hotel Faro Maisí.

De las 2 mil 186 instalaciones estatales afectadas se recuperaron 2 mil 137, priorizándose las industrias para la producción de alimentos, escuelas, consultorios, bodegas y los centros de prestación de servicios.

Un año después de aquellos días 4 y 5 de octubre de 2016, el territorio afectado por Matthew ha transitado del trauma a la Recuperación, se empina con una voluntad tan alta como sus montañas y avanza.

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