La medicina familiar en Cuba, un logro de la Revolución

La aspiración de Cuba de brindar asistencia médica a su población, constituyó la premisa que sustentara el programa básico de salud a nivel de comunidad desde los primeros años de la Revolución. Como resultado de esta conquista, en el año 2017 se ofrecieron 83 534 085 consultas en los 10 851 consultorios del médico de la familia de todo el país.

Si bien el Sistema Nacional de Salud Cubano nació en 1968  para ejecutar un conjunto de medidas para el enfrentamiento de enfermedades infectocontagiosas, desnutrición, parasitismo, anemia y otras, el modelo de medicina familiar surgió en 1984 como parte de las transformaciones necesarias de la sociedad ante los nuevos retos.

La aparición de la medicina familiar persiguió eliminar la fragmentación y super especialización de la atención médica; combatir la despersonalización y uso indiscriminado de la tecnología; articular la asistencia dirigida hacia la dimensión comunitaria; canalizar la insatisfacción de la población con los servicios; responder a las transformaciones demográficas que conllevan a cambios en la morbilidad y mortalidad; establecer la emergencia de un pensamiento médico orientado al enfoque clínico, epidemiológico y social; y lograr un incremento cualitativo en la salud del pueblo. 

La doctora Sandra Galano Urgellés, jefa del Departamento de Atención Médica en Centro Habana y expositora sobre el tema en la Convención de Salud celebrada en La Habana este año, cuenta que el 4 de enero de 1984 inicia en el policlínico de Lawton, barriada del municipio capitalino de 10 de Octubre, el también denominado Plan del Médico de las 120 familias, con diez dúos de médicos y enfermeras, que integraron los equipos básicos y atendían de 600 a 700 personas.

En esencia, trabajaron por mejorar el estado de salud de la población mediante acciones integrales dirigidas a los individuos y sus familiares, la comunidad y el medio ambiente. Por los resultados alcanzados, este tipo de experiencia se generalizó a todo el país y antes de finalizar el año 1984 ya existían 237 médicos de la familia, matriculados en una nueva especialidad médica: Medicina General Integral.

En los primeros seis años, la cifra de médicos se elevó a 12 000 para atender a más de siete millones de pobladores, abarcando zonas rurales y de difícil acceso e insistiéndose en las medidas de prevención y promoción como forma de evitar la aparición de enfermedades, con una conexión coherente desde el barrio con las instituciones médicas, incluidos los institutos de investigación. 

«Los médicos de la familia se erigen como los guardianes de la salud pública. Ellos son el primer contacto que tiene la población con los servicios de asistencia médica. Nuestra principal tarea es prevenir para evitar que las personas enfermen», explicó la también especialista en Medicina General Integral.

Para ello ejecutan acciones hacia los factores de riesgo, a partir del historial genético y social de las familias, tomando en cuenta la dispensarización inicial para la clasificación de cuatro grupos vulnerables: las personas sanas; las de riesgo; las que padecen una enfermedad crónica y los discapacitados.

«Para cada uno de estos grupos se planifican consultas según un cronograma de acuerdo al padecimiento y la frecuencia para su evaluación. De estar imposibilitado el paciente de asistir al consultorio, se visita en la casa, a lo que llamamos las consultas en terreno. Incluso, realizamos ingresos médicos en el hogar para atender alguna patología viral, bacteriana o de otra índole», explicó la doctora.

Aunque se trabaja en la digitalización de los registros médicos, por el momento lo más extendido es la utilización de tarjeteros con las clasificaciones necesarias y el control de las citas por meses y años, ello permite una mejor visibilidad y control en las acciones de salud.

Al brindase la consulta médica, los médicos siguen un protocolo de tratamiento dictado a nivel nacional de acuerdo a las patologías y por ello forman parte de las investigaciones con la introducción de nuevos fármacos, y de la concreción de los 16 programas como el materno-infantil, el oncológico, de enfermedades crónicas transmisibles o no, del VIH-Sida, entre otros.

Para tales efectos reciben asesoramiento por los grupos básicos de trabajo, integrados a los más de 450 policlínicos del país, donde laboran especialistas en pediatría, ginecobstetricia, trabajadores sociales, sociólogos y controladores de vectores.

«Toca a los consultorios planificar las interconsultas de todas las demás especialidades y con ello se acercan las consultas a la comunidad y la prestación de servicios más generalizados. En nuestros consultorios se atienden adultos, niños, embarazadas, ancianos, de forma gratuita y con un abordaje integral por parte de varios especialistas. El principal propósito es acorralar los problemas de salud o incidir en aquellos que puedan ser riesgos con posibilidades de desencadenar en una enfermedad», agregó la especialista.

Ello se traduce en coordinar las proyecciones hospitalarias con la llegada de los especialistas que laboran en instituciones de segundo nivel hacia la comunidad. A estos doctores especializados se les citan los pacientes que van a atender. «Ejemplo, si una persona necesita ser valorada por un angiólogo, nosotros nos comunicamos con el policlínico, solicitamos el turno y ya el paciente sale con el día y la hora en que lo recibirá el especialista. Ello facilita la interconsulta», señaló Galano Urgellés.

Para ella, este tipo de experiencia puede ser válida en otros países y de hecho ya se implementó en Venezuela con la misión Barrio Adentro. Algo similar ocurre con el programa Más Médico de Brasil. A su vez, comenta que en países desarrollados y con mayores recursos económicos debe ser más fácil de implementar, aunque hay que adecuarlo al marco social donde se acometa.

Opina, que a pesar de sus tres décadas de existencia, es un modelo en desarrollo, perfectible y susceptible a cambios de acuerdo al cuadro clínico específico de cada comunidad. Su principal desafío está en renovarse constantemente y al mismo tiempo mantener sus principios fundacionales.

«Gracias a este tipo de programa comunitario, nuestro país puede obtener resultados palpables en la tasa de mortalidad infantil, en el descenso de la muerte materna, del bajo peso al nacer, y otros logros sociales», agregó la especialista, quien se declaró una fiel enamorada de la medicina familiar y considera que este trabajo es nuevo y poco explorado a nivel mundial.

ALGUNOS DATOS:

 RESULTADOS OBTENIDOS EN CUBA A PARTIR DEL MODELO DE MEDICINA FAMILIAR

  • Organización de las acciones de promoción de salud y de prevención de enfermedades, enfocadas a modificar estilos de vida y evitar factores de riesgo
  • Acercamiento de los servicios de salud a la comunidad
  • El logro de una cobertura vacunal del 98.7% del total de niños menores de un año para nueve enfermedades. Desde el año 2016, la población infantil cubana está protegida de 13 afecciones prevenibles con vacunas
  • La captación temprana de más del 95% de las mujeres embarazadas antes de las 12 semanas de gestación
  • Incremento de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida del bebé
  • Mayor acceso a la fisioterapia y rehabilitación
  • Consolidación de las prácticas de medicina natural y tradicional
  • Descenso de la estadía hospitalaria de 6,4 días en el año 1990 a 4,7 en el 2016
  • Aumento de las acciones de planificación familiar y de educación sexual
  • Elevación de la esperanza de vida al nacer a 78,45 años en el 2017.

 MEDIDAS TOMADAS EN CUBA PARA FORTALECER ESTE PROGRAMA

  • Introducción de nuevas tecnologías
  • Fortalecimiento del método clínico
  • Elevación de la capacidad resolutiva
  • Sostenibilidad de la cobertura médica y mayor accesibilidad a los servicios de salud
  • Garantía de la continuidad de la atención con un sistema de referencia pertinente
  • Creación de un sistema de informatización en red que facilita el acceso y gestión a la información entre las instituciones de salud
  • Sistematización de la investigación y la introducción de sus resultados en la práctica médica
  • Renovación del modelo de medicina familiar sin renunciar a sus conceptos fundacionales
  • Adecuar los servicios de salud al envejecimiento poblacional que enfrenta el país
  • Desarrollo de la intersectorialidad y participación comunitaria para el enfrentamiento de las enfermedades no transmisibles como primera causa de enfermedad y muerte en la población cubana.

SERVICIOS QUE SE BRINDAN EN LOS POLICLÍNICOS

  • Rehabilitación integral
  • Electrocardiografía de urgencia y electivo
  • Rayos X
  • Ultrasonido
  • Optometría y óptica
  • Apoyo vital
  • Laboratorio clínico
  • Planificación familiar
  • Esterelización
  • Estomatología
  • Atención integral a la mujer, al niño y al adulto mayor
  • Atención integral al diabético
  • Inmunización
  • Endoscopía
  • Colposcopía
  • Regulación menstrual
  • Cirugía menor y mayor
  • Laboratorio de alergia
  • Consulta de infertilidad

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