Himno Nacional: un llamado de lucha permanente

Guantánamo.- Desde la víspera las notas de ” Al combate, corred, bayameses, que la Patria os contempla orgullosa…”  de los versos del Himno Nacional de Cuba, acompaña las reuniones de consulta popular donde se discute el Proyecto de Constitución de nuestro país.

Símbolo de la nación cubana,  la marcha, fue compuesta al piano por el patriota bayamés Pedro Figueredo en la madrugada  del 14 de agosto de 1867 e instrumentado por Manuel Muñoz Cedeño.

Escritos publicados por el historiador cubano Ramiro Guerra, aseveran que la idea nace durante una reunión del Comité Revolucionario de Bayamo el 13 de agosto de 1867. En dicha reunión, estaban además de Perucho,  los patriotas Francisco Maceo Osorio y Francisco Vicente Aguilera.

En aquel momento se acordó componer un canto que, al igual que lo consiguió en su tiempo La Marsellesa, en Francia, enardeciera la grandeza de los revolucionarios cubanos que se disponían  para la lucha contra la dominación española. Y a esta petición accedió Perucho Figueredo.

La acogida del Himno entre quienes se alistaban en Bayamo para liberar a la Isla del régimen colonial fue de tal magnitud, que Perucho convenció  al sacerdote de Bayamo para que su música se estrenara por la orquesta de Muñoz Cedeño en la misa de la iglesia donde, estaría presente, como costumbraba,  el gobernador español, General Udaeta.

El 11 de junio de 1868 el padre del Himno logró que se tocase en la Iglesia Mayor de Bayamo.  Allí, el gobernante español sorprendido con dicha marcha señaló a Perucho que la marcha no tenía nada de religiosa y sí mucho de guerrera a lo que éste respondió: “Usted no puede determinar que este sea un canto de guerra puesto que no es músico”.

El gobernador español dudó en ese momento. La marcha creada por Perucho Figueredo, se difundió de tal manera que ya se escuchaba la calle , parques,  y regía los actos de la Sociedad La Filarmónica. Catorce meses después de creada la melodía del himno, Perucho le incluye la letra.

Un año después de creada la música del himno, el 20 de octubre de 1868, la ciudad fue tomada por las fuerzas insurrectas mambisas al mando de Carlos Manuel de Céspedes. En medio de la alegría de las tropas rebeldes, Figueredo escuchó por primera vez la marcha por el pueblo que lo secundaba y le pedía la letra. Sin pensarlo, el patriota cruzó una pierna sobre la montura del caballo y escribió la letra del Himno, que pasó de  mano en mano y de corazón en corazón.

Devenida en canto de guerra, el Himno Nacional es una obra musical de extraordinaria perfección artística que se convirtió,  a la postre,  en símbolo para todos los cubanos y en llamado de lucha permanente, que ha penetrado en nuestras corazones con la seguridad de que «morir por la patria es vivir».

 

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