Guantánamo.- El plan vacacional está en marcha en todo el archipiélago de la mayor de las Antillas, y desde el Cabo de San Antonio a Punta de Maisí por todas partes niños, adolescentes, jóvenes y adultos buscan propuestas para divertirse al ritmo de “A disfrutar Cuba”
Además de la frase, ¡Llegó el verano!, hay otra que se escucha con mucha frecuencia, y no solo en las provincias orientales: ¡Qué calor!
Ha regresado el tiempo de festejar, de salir con amigos y familiares, de llegarse a la playa o algún Río a refrescar. Sin embargo, no podemos olvidar que el verano y sus altas temperaturas traen consigo riesgos en materia epidemiológica para la población.
Y es que durante el verano hay mayor circulación de las personas de una provincia a otra, se incrementan las festividades, los carnavales y con ello hay manipulación de alimentos, unido a las condiciones ambientales pueden convertirse en situación favorable para brotes de enfermedades y de epidemias.
Para combatir virus y bacterias durante esta etapa, resulta imprescindible mantener una adecuada higiene ambiental, comunal y personal así como reforzar una campaña de salubridad aparejada a acciones más fuertes de saneamiento.
Solo así podremos evitamos la aparición de enfermedades respiratorias, diarreicas agudas, el dengue y la conjuntivitis, que se hacen más comunes en esta época.
Ante ello deben aplicarse todas las medidas de prevención y los cuidados de salud en el verano, y no olvidar que esta época del año, cuando se incrementan las enfermedades de trasmisión digestiva, exige que durante la producción, manipulación y elaboración del alimento, la higiene de los locales, del personal y demás condiciones materiales de producción, deban ser óptimas.
Igualmente, evitar el consumo de cocimientos sin probada eficiencia médica y sin ser indicados, y ante la presencia de diarreas, atendiendo a su número y frecuencia y a la ausencia de vómitos, ingerir sales de rehidratación oral y tomarla como agua común hasta ser atendido por el médico.
Se trata de una etapa donde la realización del autofocal familiar, no descuidar la higiene medioambiental, reforzar la autorresponsabilidad y cumplir estrictamente lo orientado para preservar la salud, han de ser más que primordiales.
Vivir saludable pasa de ser una opción para convertirse en una obligación, pues ello permitirá disfrutar a plenitud estos meses calurosos y de recreación para la población cubana.
