Guantánamo.- Si bien Guantánamo, es de las provincias que por más de 130 días no reportan casos de COVID-19 en Cuba, su Consejo de Defensa y dirección de Salud no bajan la guardia preventiva y mantienen activa la vigilancia epidemiológica en cada escenario, con énfasis en aquellos con población vulnerable, como los centros asistenciales y sociales.
Así lo confirmó Yusnaiky Vera, jefa del Programa del Adulto Mayor y Asistencia Social, del sistema de Salud Pública, quien apuntó que en la red de instituciones que atiende, incluidos los cinco Hogares de Ancianos y 12 Casas de Abuelos del territorio más oriental del país, son de rigor las acciones profilácticas para garantizar la integridad física de sus residentes y seminternos.
Vera dijo que desde la irrupción en territorio cubano del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, (en marzo pasado se detectaron los primeros casos positivos), estos recintos incorporaron a su rutina protocolos especiales de bioseguridad que han mantenido a buen resguardo a sus adultos mayores.
Y lejos de relajarse, hoy se intensifican, cuando la provincia permanece en zona de éxito en el control a las infecciones respiratorias, y lucha por evitar rebrotes epidémicos, sostuvo.
Previniendo esas dolencias, así sea el catarro común, en estos centros no se descuida la higiene, el uso de mascarillas, ni el aseguramiento asistencial, teniendo en cuenta que los adultos mayores están más expuestos a las complicaciones de la pandemia, dada la disminución inmunológica e incremento de patologías crónicas no transmisibles en esas edades.
Este sector en general, históricamente beneficiado por los programas sociales de la Revolución, recibe una integral atención que comienza en los consultorios del Médico de la Familia, importante eslabón en el cuidado de los abuelos, que suman en Guantánamo más de 94 mil -por encima de los 60 años de edad-, un 18, 3 por ciento de la población total.
Dentro del grupo de la llamada tercera edad se les da seguimiento diferenciado a aquellos que viven solos, y a los de conducta deambulante, de estos identificados 13 en la provincia, la mayoría acogidos en albergues provisionales en medio de la crisis sanitaria, algunos devueltos a sus domicilios reconstruidos y el resto ubicado en uno de los Hogares de Ancianos.
Precisamente en función de mejorar el confort de quienes se acogen a estas esmeradas instalaciones sociales, con cierta periodicidad dichos recintos reciben acciones de mantenimiento, y es el caso hoy del más céntrico de ellos, conocido por el nombre de Santa Catalina, referencia entre los de su tipo, que ahora aspira a la categoría de centro certificado.
Otras instituciones asistenciales guantanameras favorecidas actualmente con acciones constructivas para elevar la calidad de sus prestaciones son el Hospital General Dr. Agostinho Neto, donde se concluyen nuevas salas, y el Hogar Materno Clodomira Acosta, del municipio de Imías, sometido a reparación capital, inversiones que chequea periódicamente el Gobierno provincial.
Justamente en los tres recintos existentes en el territorio para gestantes de riesgo obstétrico -prioritarios como los Hogares de Ancianos dentro del programa de enfrentamiento a la COVID-19-, se encuentran bien protegidas, bajo medidas preventivas, más de centenar y medio de embarazadas.
