Guantánamo.- Unidos como el mineral a la tierra y con una autoestima envidiable laboran los integrantes de la minindustria para el procesamiento de frutas y vegetales, inaugurada en agosto último en el poblado de Costa Rica, municipio de El Salvador, ubicado en la provincia de Guantánamo.
La pequeña fábrica, operada por seis trabajadores, más que andar productivamente, parece que corre, a juzgar por la variedad y la calidad de los surtidos que obtiene en tan poco tiempo, la mayoría de ellos de marcada aceptación por los lugareños y otros consumidores.
“Indistintamente, en dependencia de la materia prima disponible y la demanda de nuestros productos, elaboramos encurtidos, dulces en almíbar, vinagre, mermeladas, pulpas, puré de tomate y de ají, bananina, condimentos secos y colorante para las comidas a partir de la cúrcuma, un antioxidante natural recomendado por el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana”, relata Leóber Rodríguez Iríbar, jefe del colectivo.
Argumenta que los renglones se comercializan a precio asequible por la población en un punto de venta dispuesto en la propia comunidad de Costa Rica y en mercados y otras instalaciones comerciales, en la ciudad de Guantánamo y otros municipios. Expone, a manera de ejemplos, que el litro de vinagre lo venden a 6.90 pesos, el kilogramo de dulce de fruta bomba en almíbar a seis, de encurtido a 8.50, de puré de tomate a diez y los sobrecitos de cúrcuma y de condimento seco a un peso.
De todos los renglones, puntualiza, los de mayor solicitud y producción han sido el dulce de fruta bomba en almíbar, el vinagre y la mermelada de guayaba. Los encurtidos los hacemos a base de col, pepino, pimiento, tomate verde, zanahoria, rábano… y mediante una combinación de esos vegetales, los cuales recibimos, junto con las frutas, de tres suministradores: la unidad empresarial de base agropecuaria Costa Rica, la unidad de logística de la Empresa Agropecuaria Honduras y la cooperativa de créditos y servicios 30 de Noviembre, todas pertenecientes al municipio de El Salvador, agrega Rodríguez Iríbar.
Desde su arrancada ha trabajado con eficiencia, sustentada en el sobrecumplimiento de sus metas, posible a la vez por la disponibilidad perenne de la materia prima y el esfuerzo de sus integrantes, motivados por un sistema de pago que contempla, como corresponde, los ingresos y los gastos de la unidad.
A partir de una producción diaria de más de 200 kilogramos, el colectivo tiene planificado elaborar este año 48 toneladas, sumados los diferentes renglones, cantidad que debe rebasar en unas siete toneladas, según el ritmo mantenido en los primeros meses y el empeño de sus trabajadores, quienes, estimulados por el salario de más de 1 600 pesos al mes, siempre que haga falta laboran hasta en horario nocturno y sábados y domingos.
RESPUESTA AL LINEAMIENTO 207
Perteneciente al Ministerio de la Agricultura en la provincia, este centro fue posible a partir de la adecuación y reparación de un local donde antes radicó el laboratorio del central Costa Rica, y de una financiación para el equipamiento tecnológico, concedida mediante el proyecto Apoyo a las nuevas iniciativas de descentralización y estímulo productivo, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Dicho módulo está compuesto por despulpador, rebanador, marmitas (2), báscula, romana, selladora y cámara fría. La apertura de la planta se corresponde con lo indicado en el Lineamiento 207 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el cual convoca a la transformación gradual de la agroindustria alimentaria, incluyendo su desarrollo local, en función de lograr un mayor aprovechamiento de las materias primas y la diversificación de la producción. Explica Leóber que cinco de los obreros llevaban más de una década reubicados en otras tareas tras el cierre definitivo del ingenio en el 2002.
“Cuando fuimos convocados para laborar en la minindustria, sumamos a nuestra nómina a Elaine Martínez Galindo, de ejemplar desempeño como cocinera en la UEB Agropecuaria Costa Rica. La experiencia de esta mujer en la cocción de los alimentos ha sido decisiva en la elaboración de los diferentes surtidos”.
“Aquí me va de lo mejor. En mi anterior puesto, que desempeñé durante 12 años, nunca cobré más de 250 pesos y ahora he sobrepasado los 2 000 en un mes”, cuenta Elaine con agrado. Para Marisel Rodríguez Tito, también elaboradora de productos en conserva, entre lo mejor que le ha pasado en la vida está el hecho de laborar en esta minindustria, por la unidad reinante entre sus componentes, la abnegación de todos y el favorable ingreso.
“Tengo 59 años, de ellos 33 de trabajo y de aquí no me jubilo, a menos que me traicione la salud”, dice con desenfado. La producción conservera en Guantánamo se centra básicamente en la Empresa Alimentaria.
Esta entidad dispone de 14 microindustrias (elaboran entre 50 y 100 kilogramos diarios), tres minindustrias (de 300 a 1 000 kilogramos) y de la fábrica Guaso, para decenas de toneladas.
A la Agricultura corresponden las minindustrias de Frutas Selectas y la de Costa Rica, mientras la planta de Valle de Caujerí, capaz de procesar entre 80 y 100 toneladas diarias de tomate o frutas, pertenece a la Empresa de Conservas del Ministerio de la Industria Alimentaria.
El sector agrícola planifica crecer en dos minindustrias para el procesamiento de frutas en igual número de CCS, mientras que la Empresa Alimentaria prevé la reparación capital de una instalación en Baracoa, la cual, mediante la colaboración internacional, se destinará a elaborar pulpas y mermeladas, así como derivados del coco.

Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales