En Guantánamo los docentes también vitales en la batalla contra la pandemia

Por: Yaimara Villaverde Marcé

Guantánamo.- Hoy, cuando el rebrote de la COVID-19 ataca con fuerza preocupante a Guantánamo, uno de los imprescindibles de todos los tiempos, el maestro, pilar de la sociedad y la Revolución, recesado el curso escolar se mantiene entre los vitales en otros escenarios y tareas de impacto social, dando ejemplo de su vocación de servicio.

En medio de la contingencia, con la suspensión de la docencia en la provincia 11 escuelas fueron convertidas en Centros de Aislamiento y en ellas respaldan hoy al equipo médico cerca de 400 trabajadores de la educación general, artística y superior, lo mismo en la limpieza que en la cocina, comprometidos con cada misión aun sabiendo que ello entraña una cuota de riesgo personal.

Ante la preocupante alza del contagio del virus SARS-CoV-2, Guantánamo -con la mayor tasa de incidencia del país- amplió su capacidad de hospitalización con una veintena de instalaciones adaptadas, la mayoría educacionales, como la Escuela 14 de Junio y tres sedes universitarias locales, que pusieron sus residencias estudiantiles a disposición de la actual batalla por la vida.

Fungen asimismo hoy en la región como instituciones de aislamiento, y aportan obreros de respaldo a los servicios allí, las escuelas profesionales de Música y Danza, la de Iniciación Deportiva, la Vocacional José Maceo Grajales, y más recientemente se acondicionaron y sumaron también a estas funciones la Escuela Pedagógica y la Militar Camilo Cienfuegos.

El Centro Mixto Reinaldo Castro, del municipio El Salvador, y el Campamento de Pioneros igual cumplen ahora dicho rol, en el que se involucran cada jornada tanto educadoras de círculos infantiles como docentes y universitarios que dan su disposición en la zona roja de enfrentamiento a la pandemia, al lado de los profesionales de la Salud, que la combaten en primera línea.

Mientras tanto, otros se aprestan a garantizar la rotación de ese personal de apoyo, junto a voluntarios de diversos sectores y organizaciones políticas y de masas, y el resto del gremio educativo de la provincia -más de 13 mil de ellos acogidos al trabajo a distancia- se concentra en los ajustes curriculares y el seguimiento a las teleclases y al autoestudio de sus discípulos desde casa.

Hasta en las recónditas zonas de silencio, donde no llega la señal de televisión, el maestro de la enseñanza general mantiene ese vínculo con sus alumnos –respetando las medidas sanitarias-, muchas veces haciéndoles llegar las clases televisivas transcritas, para cuando la situación epidemiológica lo permita asegurar la continuidad del curso en las 779 escuelas del territorio.

“Quién dijo que todo está perdido?, yo vengo a ofrecer mi corazón”, publicó en la plataforma Twitter el sector educacional de Guantánamo, cuyo destaque en el país por cinco años seguidos dice mucho de la capacidad y compromiso de sus docentes, que en la actual batalla por la vida encaran nuevos retos, también en el área productiva e igual con alto sentido de responsabilidad.

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