En cada pecho cubano, José Martí 

Guantánamo.- Hablar de José Martí Pérez, el más profundo pensador cubano y figura cumbre de la política, la revolución y la cultura latinoamericanas, es adentrarnos en el sistema nervioso central de quien fue y es, paradigma, Maestro y fiel ideólogo. Es resumir en poco espacio la vida del hombre, el revolucionario, el artista, el periodista, el poeta…

 El más universal de todos los cubanos, vio la luz el 28 de enero de 1853, en La Habana,  en la calle de Paula No. 41, actual Leonor Pérez No. 314.  Ese día, nacía una estrella, nacía un hombre que de no haber sido el Héroe Nacional, hubiera sido porque lo es hoy, un símbolo de América toda. Ese día nacía quien inevitablemente,  nos continúa iluminando con su ejemplo.

Espíritu y esencia a lo cubano, la figura del Maestro, del hombre que nació para poeta y a quien la vida hizo político y soldado, dio a la guerra de liberación el humanismo necesario para forjar una republica con la máxima de “Con todos y para el bien de todos”. Fue un amante fino de las letras, de lo bello, un hombre sensible y apasionado, un revolucionario hasta la médula, un hombre de su tiempo, y para todos los tiempos. 

Uno los mejores prosistas de habla castellana de su época, José Martí fue el precursor del Modernismo en la poesía hispanoamericana. Como ensayista, abordó e identificó en sus obras, todo lo nuevo que se revelaba en la ciencia y la cultura de su tiempo, para convertirse posteriormente en delegado del Partido Revolucionario Cubano, máxima expresión de su genialidad política y posteriormente en mayor general del Ejército Libertador. 

En medio de su inmensa actividad política Martí creó una gigantesca obra. Durante años colaboró en varios medios de prensa, pronunció discursos políticos, escribió un extenso epistolario, poesía, novela, obras de teatro y ejerció la crítica literaria. Toda esta armonía entre su obra intelectual y política, así como su inquebrantable actividad revolucionaria, le convirtieron una de las figuras más transcendentales de la historia universal.

En la mayoria de sus obras, es imposible negar el amor a su patria, honor y orgullo de todos los cubanos. También encontramos en Marti, un pensamiento revolucionario sustentado en ideas humanistas acerca de la esencia de la realidad nacional y mundial, caracterizada por concebir la participación del hombre en su propio proceso liberador. Por ello, el estudio y conocimiento de su obra, es necesidad vital en la hora actual que vive Cuba.

José Martí es el hijo más grande de Cuba, el más universal de los cubanos y el creador literario de Iberoamérica más importante por muchos años. Un amante fino de las letras, de lo bello, un hombre sensible y apasionado, un revolucionario hasta la médula, un hombre de su tiempo, y para todos los tiempos. Sin embargo,  más allá del hacedor de mundo, del poeta y revolucionario que fue, es un espejo para los artistas, periodistas y para todos los hombres de esta tierra.

El sueño martiano se cumplió, Cuba es hoy una República Libre e Independiente Con todos y para el bien de todos.  Por ello, hoy la deuda que tenemos es llevar a un Martí en cada pecho cubano, pero llevarlo e interiorizarlo como el hombre que, con su pluma y su luz, iluminaría el continente americano y el espejo para aprender a amar lo justo, lo bello y  lo util por igual…

 

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