
Guantánamo.- Historiadores e investigadores culturales de todo el país celebraron en coloquio online el Día del Haitiano en Cuba, con ponencias que trascendieron en redes sociales y ratificaron la fuerte influencia de la inmigración haitiana en el gran ajiaco de rasgos y culturas conformadores del crisol de la cubanía.
Abrieron el programa sendas conferencias presenciales de los acuciosos investigadores José Sánchez Guerra y Wilfredo Campos Cremé, historiadores de la provincia de Guantánamo, región elegida este año como sede del coloquio por la efeméride, dada sus arraigadas tradiciones caribeñas que sustentan su aspiración de convertirse en capital de la haitianidad en Cuba.
En sus disertaciones estos estudiosos ofrecieron una mirada antropológica al tema, y ahondaron particularmente en la visible huella, en el oriente de Cuba, de la heredad sociocultural de ese grupo migratorio cuyo desplazamiento tuvo fuerte oleada a inicios del siglo XX, e importante precedente a fines de la decimoctava centuria, tras el estallido de la Revolución de Haití.
Desde ese suceso que constituyó el primer movimiento revolucionario de América Latina, partió el recorrido histórico hecho por Sánchez Guerra, Máster en Ciencias, quien abordó además los aportes que los llegados de esas tierras imprimieron en la mayor de las Antillas, tanto en el desarrollo de la economía de plantación, como en las artes, y la guerra de liberación nacional.
En ese último particular se detuvo el disertante para citar varias figuras de la comunidad de descendientes de haitianos en Guantánamo que se sumaron a la lucha contra la dictadura batistiana y fueron miembros del Ejército Rebelde, como es el caso de los tres hermanos Boicet Antoine, y de Emilio Bárcenas Pier en cuyo natalicio se festeja cada año el Día del Haitiano en Cuba.
Precisamente el coloquio de esta celebración, cada 24 de septiembre, lleva el nombre de ese patriota guantanamero nacido en 1926 en el batey del antiguo central azucarero Ermita, caído por heridas de combate en el segundo ataque al cuartel de Minas de Ocujal en 1958, y póstumamente ascendido a teniente y a la Orden al Mérito Revolucionario, Legión de Honor Frank País. Conocido como Tanganica por su fornida complexión y arrojo que le mereció además, por parte del General de Ejército Raúl Castro Ruz, el apodo de Coloso de Ébano, Bárcenas Pier es hoy el mártir símbolo del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de la Defensa, y de su natalicio se celebran ahora 95 años.
En la cuarta edición de la cita teórica que lo honra, auspiciada por la Asociación de Haitianos y Descendientes de Cuba, miembros de esta organización y decenas de investigadores intercambiaron en la plataforma virtual sobre la impronta de ese grupo migratorio y su progenie en la conformación de la nacionalidad, la historia, cultura y economía cubanas.
Junto a lo español, lo francés, lo africano y lo aportado por el Caribe anglófono, la heredad haitiana es parte vital del crisol de la cubanía -se dijo-, y tiene fuerte presencia en la vida sociocultural e idiosincrasia guantanamera, donde descendientes de la tierra de Toussaint-Louverture defienden con celo sus tradiciones, artes, cultos, hasta la práctica y enseñanza de su lengua creole.
Esa huella cultural lució en la urbe guantanamera este viernes, en la Casa de la Cultura, donde tuvo lugar la gala por el Día del Haitiano en Cuba, conmemoración que por el contexto pandémico desplegó su programa fundamentalmente en el ciberespacio, desde los perfiles culturales y de la asociación que aquí agrupa a familiares y nativos llegados del oeste de la isla La Española.
El espacio teórico se abrió hacia las plataformas Facebook, Youtube, Telegram y Whatsapp, y según la directiva de la Comunidad Haitiana en Cuba buena parte de las ponencias enviadas -más de 40 de todo el país- se socializarán en venideras fechas: el 28 de octubre, Día Internacional del Creole, y el 18 de noviembre, en que se conmemora el fin de la guerra independentista de Haití.
