Para la clavadista Anisley García el último año ha sido toda una etapa de aprendizaje, debió asumir nuevas maneras de hacer deporte desde la casa sin dejar de soñar con algo que es su meta: asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio, el próximo verano.
Ella –como la mayoría de los atletas de alto rendimiento en el mundo– se vio afectada por el aislamiento social que impuso la pandemia de la COVID-19, tuvo que reinventarse para mantener en la medida de lo posible la forma física y sobre todo necesitó enfocarse en los objetivos sin desespero.
«Es cierto que todo ha sido bastante complicado, cuando hemos tenido casi todos los clavados montados pues debimos parar porque hay otras prioridades, pero primero es la salud», confiesa muy segura de que en cada momento se tomó la decisión acertada.
Campeona de la plataforma en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, la “Tuti” –como le conocen todos– se prepara ahora para competir en la Copa del Mundo que ofrece las últimas clasificaciones olímpicas.
La justa es en la propia capital japonesa entre el 18 y el 23 de abril, para acceder a uno de los boletos en disputa hay que incluirse entre los 18 semifinalistas de cada evento individual y en su caso buscará hacerlo en trampolín desde tres metros y la plataforma.
«Es un tema que decidimos junto a mi entrenador José Antonio Guerra. Mi fuerte es la plataforma, pero me “defiendo” en el trampolín y es otra opción que tengo», explica durante uno de los descansos del gimnasio en el Complejo de Piscinas Baraguá.
Por cierto, esa es una de las instalaciones en las que se preparan los equipos olímpicos en condiciones de “burbuja”, es decir sin salir a sus casas y evitar la exposición a la pandemia, que en estas semanas volvió con fuerza sobre la Isla.
«Esto nos permite seguir trabajando sin interrupciones, es parte del esfuerzo que tenemos que hacer para los sueños… no veré a mi familia, pero sé que ellos están bien y yo puedo seguir pensando en mis prioridades», reconoce con mucha madurez, pese a sus 19 años recién cumplidos.
Respecto al trabajo técnico comentó que por ahora se concentran en lo físico, una preparación general que permite crear las bases para el montaje de los saltos, en especial los que ejecutará desde la plataforma.
Estos últimos serán los mismos con que compitió en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, quizás con un ligero cambio dependiendo de cómo logre transitar estos próximos meses.
«En Lima competí con la dos y media vueltas por dentro en B (2,8 grado de dificultad) y ese pudiera sustituirlo por las tres y media vueltas por dentro en C (3,2) para elevar la complejidad del programa… pero dependerá de cómo me sienta en el momento de decidir», adelantó.
Anisley es la única muchacha entre los cinco integrantes de la preselección preolímpica que se mantuvo en activo. Los otros son Jeinkler Aguirre, Luis Gustavo Cañabate y Carlos Daniel Ramos, todos en plataforma, así como Laydel Domínguez en trampolín.
Tomado de JIT
