Brics: la familia que crece

Es una noticia esperanzadora que el Grupo de los países Brics (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) crece y se desarrolla con la entrada de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán y Etiopía, desde este comienzo de 2024.

El bloque es todo lo contrario a los que apuestan por unir países para declarar guerras, como la OTAN, o para imponer sanciones y vivir del jugoso negocio de las armas, como las que salen del Complejo Militar estadounidense. Se trata de un gran proyecto de colaboración económica, comercial, científica, cultural y de otros campos, en pos del mundo multipolar que debemos construir.

Los países Brics llegan a este 2024 representando el 42 % de la población del planeta, el 30 % del territorio mundial, el 23 % del Producto Interno Bruto global, y el 18 % del comercio internacional.

Además, posee el 42 % de las reservas de petróleo, los diez actuales miembros dominan la energía nuclear (68 % de la producción de uranio enriquecido) y de los recursos renovables: solo los chinos concentran el 55 % de las inversiones en energías limpias y el 70 % de los paneles solares, y Brasil tiene la matriz energética más diversificada del mundo, según reportes de RT.

El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que Moscú contribuirá a la implementación de la Estrategia de Asociación Económica de los Brics hasta 2025, y el Plan de Acción para la Cooperación Innovadora para 2021-2024 procurará garantizar la seguridad energética y alimentaria, ampliar el protagonismo del Grupo en el sistema monetario y financiero internacional, fomentar el desarrollo de la cooperación y el uso de las monedas nacionales en el comercio mutuo.

Todo ello es solo una muestra del potencial de los Brics para liderar el movimiento que pretende acabar con la dependencia del dólar en las transacciones internacionales, una medida que ya se ha hecho realidad ante acuerdos bilaterales como los firmados entre Rusia y China, utilizando el yuan y el rublo, y entre Brasil y China, con sus respectivas monedas.

«Todo el mundo está cansado del dólar, que se ha convertido en un instrumento de influencia para subvertir las posiciones de países de diversas regiones, así como para interferir en asuntos internos y cambiar gobiernos», ha advertido el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

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