Hugo Chávez: una muerte que te inmortaliza (+ Video)

Guantánamo.- Este es uno de los días en que, al recordarlo, se nos hace el nudo en la garganta y el corazón, añicos. Nos envuelve la tristeza y el dolor. El arañero se había despedido por siempre. Era 5 de marzo de 2013 y a las 4 y 25 de la tarde, se anunciaba la muerte del entonces presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías. 

La muerte del Comandante Chávez es una pérdida de esas de las que no podemos recuperarnos en toda la vida. Ha pasado ocho años y aún duele. tanto por lo fuerte de la noticia como por la huella que este hombre ha dejado en la memoria histórica de la Humanidad. No esperaba el arañero que el cáncer lo invadiera tan pronto y hasta el último aliento, se aferraba a su vida y a su fe.  

Estás muerto, Hugo Chávez, sin embargo, vives en los corazones de quienes te amaron por siempre porque es increíble no recordar las ideas del hombre de deslumbrante liderazgo que llegó a la gente entre abrazos y sonrisas. Hoy vives, además, en la voz de tu pueblo, en el ejemplo, el pensamiento latinoamericanista y la solidaridad con los desposeídos pero sobre todo, en el amor de la humanidad toda.

La muerte de Chávez fue un golpe duro para Cuba, Venezuela y para el mundo. Por eso hoy te recordamos sencillo como eras, te recordamos en tu voz de llanero, en la luz de tu mirada directa, en tu voz que repica en cada grito por la libertad; en la caricia suave a los niños de los cerros, en el compromiso de millones de venezolanos.

Es imposible olvidar la imagen de Hugo Chávez junto a la de Fidel, sonrientes. En esa foto y otras que repasaremos con el tiempo, se resume a toda Cuba. Con ese abrazo, abrazaba a todos los cubanos, quienes lo recordamos, además, como el artífice de la Revolución Bolivariana, el mentor del ALBA, de PetroCaribe … al Chávez que nos convocó a la unidad de todos los pueblos.

Estás muerto, arañero y no podemos imaginarte inerte porque seguirás recorriendo los caminos arengando a tus pobladores. Seguirás por siempre entre nosotros viajando por tu Venezuela, con esa ilimitada esperanza que te identifica para seguir sonriéndole a la vida, a esa vida a la que hace ocho años le dijiste adiós, para cabalgar por siempre hacia la inmortalidad.

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